Numeroso público acompaña a ambas imágenes en unas procesiones llenas de colorido y fuegos artificiales
Las fiestas patronales de Santa Ana y el día de la Asunción siempre han sido dos efemérides muy castigadas por los estragos del verano y las escapadas estivales. Sin embargo, desde hace un año, ambas procesiones parecen estar viviendo una nueva etapa dorada en lo que a público se refiere.
Santa Ana volvió a pasearse triunfalmente en una calurosa tarde del día 26 de julio luciendo para la ocasión un original manto, que la Patrona no lucía desde hacía más de 70 años. Se trata de una auténtica joya bordada en hilos de plata y de gran peso que le hacía a la imagen una caída especial.
Este año, la procesión discurrió por la calle Alcoba para presentarse ante la casa hermandad del Rocío, que este año celebra su 75 aniversario. La calle lució engalanada para recibir a la Santa, que fue despedida con cuatro minutos de fuegos artificiales.
Desde el año pasado, la junta de gobierno de la hermandad apostó por pasar cada procesión por una zona distinta del casco antiguo. En 2007 se acercó a la casa hermandad de Oración en el Huerto y este año han hecho lo propio con la hermandad rociera.
Facilidades
Por su parte, la Virgen de la Asunción fue la protagonista del puente del 15 de agosto en una procesión marcada por el colorido y la vistosidad de las calles por las que discurría la imagen titular de la Hermandad de Vera-Cruz.
Se está imponiendo que algunas de las calles luzcan altares o alfombras florales para la procesión. En la calle Manuel de Falla, el grupo joven de Vera Cruz instaló un altar, así como hicieron algunos vecinos en la calle Echegaray o Pérez Galdós. La Virgen también fue recibida en estos enclaves por lluvias florales y fuegos artificiales.
Previamente, durante los días 12, 13 y 14, se celebró solemne Triduo a la Asunción, estando las eucarísticas a cargo del reverendo Francisco José Blanc Castán. En la misma mañana del día 15 la agrupación musical Nuestra Señora de Valme realizó un pasacalles por la colación, previo al rezo del Ángelus. Ese mismo día por la tarde se conmemoró la Función Principal de Instituto, ocupando la cátedra el reberendo Manuel Orta Gotor, previo a la procesión.