La marcha comemorativa partirá el próximo viernes desde El Arenal a las 20:30 horas
Como cada año, el ciudadano José Sánchez Gutiérrez (que así gusta de llamarse y llamar a los demás), apoyado por el grupo local de Izquierda Unida, volverá a encabezar la marcha hacia la fosa común de los fusilados durante la Guerra Civil en Dos Hermanas. Será el próximo viernes, día 18, y, como de costumbre, la marcha partirá desde la plaza del Arenal, a las 20:30 horas. Con un ramo de claveles rojos adornado con la bandera tricolor, Sánchez Gutiérrez espera ir acompañado por familiares, amigos y compañeros de aquellos que murieron “luchando por la libertad”, como él señala.
Este año, personalizará el homenaje a los ‘Mártires de la libertad’ el nazareno Isidoro Fernández Rubiales, que fue fusilado el 12 de agosto, en la tapia del cementerio de Sevilla, tras su paso por prisión.
Memoria viva
A la marcha se espera que acudan miembros de CGT y CNT de Sevilla, Republicanos del Tiro de Línea y otras agrupaciones republicanas y libertarias. Aunque José Sánchez Gutiérrez, “no espera su presencia”, ha invitado, como cada año, al alcalde, a quien también ha pedido la actuación el 18 de julio de la banda de música, “a lo que todavía no he recibido ninguna repuesta”. Y aunque en el cementerio no se va a leer ningún manifiesto, José Sánchez Gutiérrez, realizará una semblanza del homenajeado en cuestión.
Este acto sencillo se realizará en la fosa común del cementerio, , donde yacen los restos de republicanos, socialistas, comunistas y anarcosindicalistas, y de donde la cruz que lo coronaba fue arrancada hace unos meses. “Esa cruz era un insulto, porque la iglesia católica fue siempre fiel aliada de Franco. Está bien quitada. Si se vuelve a poner, la volverán a quitar”, ha sentenciado José Sánchez Gutiérrez.
En el recuerdo
El joven nazareno Isidoro Fernández Rubiales murió el 12 de agosto de 1936, a los 17 años. Era militante de las Juventudes Libertarias y, como tal, se presentó voluntario para luchar contra los Nacionales en Dos Hermanas. Después de dos días de resistir con seis rifles y seis balas en la conocida ‘esquina de Pepe’, fue apresado en su casa, donde se refugió esperando que la República sofocase la rebelión de los militares comandados por Franco.