Aprender a cuidar empieza por cuidarte tú

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¿Cómo prevenir el síndrome del cuidador?

La tasa de envejecimiento de la población ha crecido de forma importante, como consecuencia del aumento en la esperanza de vida y de la reducción de la natalidad, por lo que la proporción de personas dependientes para poder realizar las actividades corrientes de la vida diaria ha aumentado significativamente. Asimismo, la incorporación de la mujer al mercado laboral ha provocado un cambio en los roles tradicionales en el cuidado de las personas mayores.
 

El cuidado de personas dependientes puede reportar al cuidador una una satisfacción personal, pero no olvidemos que también produce cambios en las relaciones familiares (nuevos roles), en el trabajo (absentismo…) y en la situación económica (aumento de gastos…), en el tiempo libre, en la salud (fatiga, lesiones…) y en el estado de ánimo (sentimientos de tristeza, irritabilidad, preocupación, culpa, etc )
Según estudios realizados, además del cansancio físico, los cuidadores tienen peor salud, visitan más al médico y tardan más en recuperarse de las enfermedades. La edad media de los cuidadores es de 53 y un 20 por ciento de ellos es mayor de 65 años, edad en la que comienzan a manifestarse algunos cambios propios del envejecimiento: disminución de la fuerza muscular, cambios estructurales que permiten el movimiento, entre otros. Sin olvidar que están sometidos a esfuerzos físicos mayores que cualquier otra persona de su propia edad.

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Consejos de fisioterapia para el “cuidado de los cuidadores”
Adoptar las posturas adecuadas al movilizar a la persona que cuidamos, así evitaremos lesiones.

Procurar el entorno más adecuado dentro de las posibilidades de cada uno. Hacer ejercicio para mantener la musculatura bien preparada para acometer los esfuerzos propios de los cambios posturales, traslados y movilizaciones.

Relájese cada vez que tenga ocasión. El estrés, la tensión nerviosa y la ansiedad aumentarán  las contracciones musculares, especialmente en lumbares y cervicales. Para relajarse colóquese en posición tumbada boca arriba con las caderas y rodillas en flexión y las manos entrelazadas entre si. Haga una inspiración (coja aire) profunda, luego suelte tanto aire como pueda, vuelva a coger aire y suéltelo suavemente, e intente relajar sus músculos. Manténgase respirando y relajándose entre 5 y 15 minutos. Haga los ejercicios de relajación al menos una vez al día.

Consultar a los profesionales cualificados todas las dudas que surgan. Todas las personas interesadas pueden contactar con nosotros para recibir un adecuado consejo profesional.

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