Emasesa invierte 1,8 millones en tapar el secado de lodos de la Planta de Compostado
El problema de los malos olores en Fuente del Rey a causa de la Planta de Compostado de Biosólidos que Emasesa tiene en la barriada nazarena parece estar en camino de solucionarse, o eso es lo que se desprende de la última reunión mantenida entre la dirección de la empresa y la Asociación de Vecinos San Fernando, tras la visita realizada por su nueva Junta Directiva la semana pasada. Durante el encuentro, comenta su presidente, Francisco Mengual, “nos explicaron el funcionamiento de la planta, a la par que nos enseñaron las instalaciones”.
En palabras de Mengual “hay buena voluntad por parte de la empresa para acabar con este problema”. Desde la planta, tras la realización de un estudio previo, se comprobó que la fase más problemática del compostaje del lodo es la de secado, por lo que se han invertido 1,8 millones de euros para cubrir esta zona con una especie de naves invernaderos. Asimismo, la fase de fermentación, también proclive a los olores, ha sido reubicada en la parte sur de la planta, la más alejada de la población, con lo que ya sólo quedan cercanos a la barriada nazarena, a 1.800 metros de la planta, los productos ya compostados y listos para su comercialización, lo que, popularmente, se conoce como mantillo. Otro de los problemas que más preocupaban a los vecinos era el de la plaga de moscas. Tras la visita se pudieron cerciorar, según fuentes consultadas en la planta, que no hay moscas y que esto es un problema de la laguna, el río Guadaíra o el Arroyo Las Culebras. Por este motivo, un representante de la planta visita a diario la barriada y alrededores para controlar los efectos de la empresa en lo que a olores y plagas se refiere.
Sin embargo, una de las medidas más vitales ha sido la supresión de la entrada de lodos frescos durante los meses más calurosos del año, así que desde el mes de febrero son destinados directamente a su comercialización para la agricultura.
Con estas medidas emprendidas por Emasesa se ha logrado, según declaraciones del presidente de la asociación de vecinos, “que el problema de los olores sólo se dé en días puntuales”.
Informes periódicos
Por ello y para lograr “que esos días puntuales no existan”, la asociación va a repartir por los comercios y bares de las barriadas unas fichas para que los vecinos anoten el día y la hora en que han percibido los malos olores. Esas fichas serán recogidas periódicamente por personal encargado de la planta en la Oficina Municipal con el fin de encontrar la causa del mal olor y buscar una solución. Asimismo, la dirección de la planta se ha mostrado abierta a recibir mensualmente una visita por parte de miembros de la asociación de vecinos para seguir tratando el problema.
De esta forma parece ponerse fin a una situación de conflicto iniciada en el año 2000 cuando los vecinos protestaron contra los malos olores y las plagas de moscas, mosquitos y cucarachas que invadían la barriada. Llevaban un año denunciando la situación sin obtener resultados a sus protestas.
Fruto de sus manifestaciones fue la reacción de la empresa que se comprometió a “intensificar el tratamiento antiplagas y el tratamiento antirresiduos, que llevaba operativo un año”. Desde el Ayuntamiento se aseguraba que el proyecto de la planta fue considerabo viable por la Delegación Provincial de Medio Ambiente.
En noviembre de 2003 la planta fue desplazada 1.200 metros, una de las primeras medidas para acabar con los malos olores, isntalándose en su antigua ubicación un huerto solar para la producción de energía eléctrica.
Finalidad de la planta
La planta de compostado se encarga del tratado y reciclado de los lodos para su posterior comercialización. Esta actividad está estructurada en varias fases: pre-secado, fermentación y servicio de venta.
