Apenas terminé mis exámenes finales y mis viajes, y como no estoy tan ocupada con cosas nuevas en mi vida, siento que me estoy alejando de la ciudad que ya veo como una parte grande de mi vida: Sevilla.
Antes de venir, no estaba completamente segura de si quería ir a estudiar al extranjero, pero pienso que fue una de las decisiones más buenas que he tomado en mi vida.
Estaba nerviosa por marcharme de Estados Unidos durante tanto tiempo y estar en un lugar que no era conocido y donde no podía comunicarme con frecuencia con mi familia y amigos de Estados Unidos; lo imaginé demasiado difícil.
Estando en Sevilla, he aprendido muchísimo de mí misma. Las últimas palabras que me dijo mi hermana antes de venirme fueron: “Asegúrate que tienes confianza en ti misma y en las decisiones que haces; vas a ver que vas a regresar un poco diferente”. Claro que sabía lo que me quería decir, pero realmente no lo he entendido hasta que lo he vivido.
Mi tiempo en Sevilla me ha dado tantas sensaciones y momentos inolvidables que nadie se puede imaginar. He estado contenta, emocionada, un poco nerviosa, confundida, a veces triste, otras frustrada, y a veces completamente sorprendida de lo que estaba haciendo.
Además, nadie me puede quitar el tiempo y la experiencia que he tenido. Mi tiempo en Sevilla de veras ha sido una maravilla.