Relatos semanales desde Estocolmo
Muy buenas, soy Esperanza, servidora de esta nueva columna, que surge como iniciativa a la inversa de lo que durante algunas temporadas pasadas ha entretenido a los lectores de La Semana.
Y es que en vez de ser algunos extranjeros los que describen sus experiencias y vivencias en nuestro país ibérico, yo, como española (andaluza, sevillana, lebrijana, residente nazarena) intentaré hacer lo contrario, narrando mis percepciones viviendo en el extranjero, en concreto en un país escandinavo: Suecia.
Para los que no sepan mucho de esta nación, puedo contaros que Suecia está situada en la parte más septentrional de Europa y que, junto con Noruega y Dinamarca, forma lo que se llama Escandinavia, y que si agregamos Islandia y Finlandia tenemos el conjunto final de países nórdicos. Suecia es uno de los países mayores de Europa, que tiene una extensión de 449.964 km², pero poco poblado ya que cuenta sólo con 9 millones de habitantes. Es una nación monárquica parlamentaria que tiene como jefe de Estado al rey Carlos XVI Gustavo y respecto a la religión es un Estado laico, pero que ha tenido durante siglos a la Iglesia luterano-evangelista como la oficial hasta el año 2000.
Suecia pertenece a la Unión Europea desde 1995, y aunque no se ha incorporado a la zona Euro y sigue utilizando la corona sueca como moneda oficial, es uno de los países que a escala mundial cuenta con uno de los niveles más altos de vida. El idioma oficial más importante que se habla en Suecia es el sueco (de raíces germanas).
Estoy a punto de irme a la capital de Suecia, Estocolmo y me gustaría sentirme acompañada por vosotros. ¿Me seguís cada semana? ¿Recompensa? Detalles de la vida en el país de los Volvos, vikingos rubios y el sol de medianoche. Pensadlo y mientras tanto, yo aprovecho los últimos días que me quedan en nuestra patria querida para pasearme por el real de la feria y pegarme unas buenas sevillanas al ritmo de Los del Río, ya que cuando esté en el norte me tocará bailar al son del cuarteto mítico de los años 70, es decir, de ABBA. Pues nada, me despido con un saludo y encantada de haberme presentado. ¡Hasta la semana que viene!