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La Hermandad de Santa Ana ha querido rendir un «humilde, pero sentido y sincero homenaje» a las hermandades de Dos Hermanas que se han ido sumando en el camino iniciado hace 500 años por la corporación de la patrona. Lo hizo este sábado en el teatro municipal nazareno con el espectáculo 500 años de amor cofrade, a cargo del grupo Esencia Flamenca y con una selección de imágenes que se fueron proyectando durante las actuaciones de las 16 hermandades constituidas actualmente en la ciudad.

De esta forma, buscando la esencia flamenca de las marchas cofrades, se ha querido poner un colofón musical a la celebración del V Centenario de la Hermandad de Santa Ana. Para Fernando Larios, director del grupo, «es todo un honor y una responsabilidad clausurar este gran año que ha vivido esta corporación».

Con guitarra, violines clásicos y percursión, el espectáculo arrancó con un cante por granaina del Padre Nuestro, al que le puso voz Rosario Muñoz, antes de dar paso a su versión de Madre Hiniesta, de Manolo Marvizón, mientras se contemplaban imágenes de las cofradías de Amargura y la Santa Cruz. Con Macarena, de Abel Moreno, se rindió homenaje a Cautivo y Santo Entierro, y con La Pasión, de Manuel Alejandro González Cruz, a las de Pasión y Gran Poder.

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Rosario volvió a cantar, poniendo voz a La Saeta de Serrat, acompañada por el baile de Carolina Barrera y Melani Ramírez, y a la marcha de Paco Lola, Caridad del Guadalquivir. También sonó todo un emblema de la Semana Santa, Pasan los Campanilleros, de Abel Moreno, con imágenes de Oración en el Huerto y Vera-Cruz, y la marcha Ave María de Cacc ini para rendir tributo a las hermandades del Rocío de Dos Hermanas y Montequinto.

Con la esencia flamenca de la marcha Siempre la Esperanza, de Jesús J. Espinosa de los Monteros, se homenajeó a las hermandades de Valme y Sacramental, con imágenes del traslado de vuelta de la Protectora y Santa Ana tras su visita al monasterio de las Carmelitas y del Corpus. Interpretando el grupo una versión por tangos de Callejuela de la O, de Francisco Joaquín Pérez Garrido, con los bailes de Carolina Barrera y Melani Ramírez.

Con la marcha con la que surgió el grupo Esencia Flamenca, Mi Amargura, de Víctor Manuel Ferrer Castillo, se volvió a disfrutar en el escenario del baile de Carolina y Melani, dando paso a Lágrimas de Sangre, de Guillermo Cano, cantada por la voz de Rosario. Mientras que con el single del nuevo disco, Vida, de Alejandro Blanco Hernández, se cerró este repaso a las hermandades con Santa Ana, Borriquita, Sagrada Cena y Pilar de Montequinto.

El concierto se cerró con Encarnación Coronada, acompañados por las voces del público en la parte cantada, mientras se proyectaban imágenes antiguas de Santa Ana, y Costalero del Soberano por bulerías con el acompañamiento danzado de las dos bailaoras. La primera de Abel Moreno y la segunda de Pedro Manuel Pacheco Palomo. Al finalizar, ovación y una palabra que sonó desde el patio de butacas del teatro municipal durante todo el espectáculo: bravo.

Elenco de Esencia Flamenca
Guitarra y dirección: Fernando Larios.
Violines: Claudia Polonio e Irene Morales.
Voz: Rosario Muñoz.
Percusión: Antonio J. Aguilera.
Baile: Carolina Barrera y Melani Ramírez.

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