La Policía Nacional celebrará el próximo día 10 el acto conmemorativo del 40º aniversario de su llegada a la ciudad, tras suspenderlo en abril por lluvia. Emilio L. Pino Ramos fue uno de los primeros agentes que llegó a Dos Hermanas y con motivo de este acto recuerda esos años de servicio.
¿Cuándo comenzó su andadura en la Policía Nacional?
Me examiné en Sevilla en octubre de 1968 y tras pasar por la academia de Madrid, realicé las prácticas como policía en la comisaría de la calle Marqués de Cuba. Luego me destinaron a Vitoria, donde estuve dos años, antes de recalar en Sevilla, en un puesto con el Gobernador Civil.
Es el Policía Nacional más veterano de Dos Hermanas. ¿Cómo surge la posibilidad de venir a su ciudad?
Trabajando con el gobernador en Sevilla llegó en el año 1978 un decreto ministerial que permitía que los municipios con más de 10 mil habitantes tuvieran policía armada. Lo primero que hice fue pedir que me apuntaran para una plaza. Era una capitanía al mando de Francisco Manrubia, de la que dependían municipios de Alcalá de Guadaíra, Utrera, Morón, Los Palacios, Lebrija, Coria del Río y Carmona.
¿Cuántos agentes integraron la primera unidad?
Era una compañía tipo A con un centenar de agentes, entre los que también se encontraban los nazarenos Enrique Díaz Fernández, Daniel Jiménez Andújar, Manuel Fornet o los hermanos Pedro y Manolo Durán Cuevas. Era una unión de la Policía Uniformada y Superior de la que surgió con su unión la Policía Nacional.
La ciudadanía está contenta con la Policía Nacional y está bien reconocida
¿Cómo recuerda la llegada del cuerpo a Dos Hermanas?
Fue un viernes, día 20 de octubre de 1978, en plenas vísperas de la Romería de Valme y fue todo un espectáculo, ya que entramos en la Plaza de los Jardines como si fuéramos el séptimo de caballería con todos nuestros equipamientos y vehículos. Yo siempre digo que la Virgen nos arropó con su manto a nuestra llegada y por eso se le hará una ofrenda en el acto.
¿Y cómo fueron esos primeros años?
Eran unos años difíciles, de mucho trabajo y pocos medios, ya que atendíamos a todos esos municipios como capitanía e interveníamos en muchas alteraciones del orden público. La ciudad estaba dividida por sectores y los agentes, además de luchar contra la delincuencia, también atendíamos cuestiones de tráfico o hacíamos labores de bomberos, cuando no existían.
¿Cuál era la problemática más común?
El robo en comercio durante el horario nocturno o la recuperación de vehículos robados, así como la droga, realizando yo la primera intervención en la ciudad en el año 1978. Pero me quedo, sobre todo, con los servicios humanitarios, como cuando le salvé la vida a una amiga, Genoveva Benítez, a la que encontré indispuesta dentro de su casa y en el suelo. Gracias a la rápida intervención y su traslado al hospital, todo quedó en un susto.
¿Considera que la Policía Nacional es un cuerpo bien considerado por la ciudadanía?
Aunque en un principio estábamos visto como un cuerpo represivo, la ciudadanía está contenta con la Policía Nacional y está bien reconocida en el mundo. En este momento pasa por un buen momento, a pesar de la falta de material y personal, ya que el aumento de plantilla o relevos no va en consonancia con las jubilaciones o traslados.
