Una sociedad enferma

0
- Publicidad -

Película Tres a BusánTREN A BUSÁN

Curtido en el mundo de la animación, el coreano Sang-ho Yeon se estrena en la dirección con personas de carne y hueso con esta película de zombis, que ya es un género en sí. Puede parecer más de lo mismo, algo que ya hemos visto, pero Yeon consigue ir más allá, dar una vuelta de tuerca al género y casi reinventarlo.

{xtypo_rounded4}Corea del Sur, 2016 (118′)
Título original: Busanhaeng.
Escrita y dirigida: Sang-ho Yeon.
Producción: Dong-ha Lee.
Fotografía: Hyung-deok Lee.
Música: Young-gyu Jang.
Montaje: Jin-mo Yang.
Intérpretes: Yoo Gong (Seok Woo), Soo-an Kim (Soo-an), Yu-mi Jung (Sung Gyeong), Dong-seok Ma (Sang Hwa), Woo-sik Choi (Young Gook), Sohee (Jin-hee), Eui-sung Kim (Yong-Suk), Gwi-hwa Choi (Hombre sin hogar).{/xtypo_rounded4}

- Publicidad -

Proyectada, fuera de concurso, en el pasado festival de Cannes, Tren a Busán se centra en Seok Woo, un alto ejecutivo recién divorciado y adicto al trabajo y su hija pequeña, Soo-an, a la que, en su cumpleaños, accede a llevar a ver a su madre en el tren que va de Seúl a Busán. Hechos terribles y extraños están sucediendo en el país, pero nadie parece percatarse. En el último momento, justo antes de que se cierren las puertas del tren, una adolescente herida se cuela sin que los guardias lo perciban. Acaba de ser atacada por un zombi y el tren parte con ella infectada. A partir de ahí, el virus se extenderá con rapidez y los pasajeros deberán tratar de sobrevivir mientras el país sucumbe a la enfermedad.

Tren a Busán forma parte de un díptico junto a Seoul Station, cinta de animación, también de 2016, también de Sang-ho Yeon, y que transcurre un día antes del viaje que se narra en esta. Como ocurría con las cintas del ya clásico George A. Romero, la lucha contra los zombis se utiliza para hablar de otras cosas. Y es que el toque social es más que evidente. Yeon refleja la sociedad de su país (y la de otros muchos), donde la falta de empatía para con el otro es evidente, y cuando el miedo aparece, también lo hace lo peor del ser humano, el egoísmo, la crueldad, la codicia… En algunos momentos dudamos sobre quiénes son realmente los ‘malos’: la horda de no muertos que cooperan y van todos a una, o los humanos que se enfrentan entre sí por salir airosos del trance.

Los motivos que provocan que el virus aparezca y la plaga se extienda con tal velocidad y ferocidad poco importan. Da igual si es un escape de gas, o es que la sociedad está enferma y carente de valores. Todo es una metáfora. Yeon consigue jugar con los elementos habituales del género y retorcerlos para conseguir sorprendernos a pesar de que esperemos lo que va a pasar. Hace que nos encariñemos (incluso identifiquemos) con unos personajes que, poco antes, habíamos llegado a odiar. Y logra que mantengamos la atención, a pesar de las dos horas largas de metraje.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!