Hay ganas de vacaciones entre el alumnado de los centros de infantil, primaria y secundaria de la ciudad, como quedó patente la semana pasada en sus respectivas celebraciones de las fiestas de fin de curso.
Los decibelios musicales subieron por las nubes y los temas veraniegos más pegadizos del verano comienzan a recorrer la ciudad, anunciando el tan ansiado periodo estival.
Las actuaciones musicales , de todos los estilos y épocas, han sido la nota predominante en unas fiestas a las que se ha sumado este año por primera vez el Colegio Ibarburu.
Algunos centros han querido ir más allá, como el caso del colegio Valme Coronada, organizando con su alumnado una iconografía plástica colectiva, a modo de particular museo, con las pinturas más clásicas de la historia del arte.
Aunque estas fiestas también se aprovechan para despedir al alumnado que culmina etapa educativa con su entrega de diplomas o para premiar a aquellos que han destacado en sus valores educativos.