Las hermandades nazarenas están sintiendo la desamortización de Godoy, real decreto (dictado por el valido del rey en 1798), por el cual se procede a la venta de los bienes de las cofradías, entre otras instituciones. La Hermandad del Rosario, cuyo mayordomo receptor es José Rubio-Barbero Muñoz, se vio obligada ayer a vender una casa baja cubierta de teja en calle Amaro (Antonia Díaz) por 5.037 reales a Agustín Varela. También la Hermandad de la Divina Pastora ha tenido que deshacerse de dos propiedades.