¡Catetada elevada a su máximo exponente! Indigno para la televisión pública de Andalucía… injusto para Dos Hermanas. Es lo primero que se me vino a la cabeza, mientras veía la emisión del programa de Canal Sur, ‘Aquí estamos’ en la noche del pasado 15 de junio.
Con lo fácil que hubiera sido pegar un tirón de los archivos,… de las hemerotecas, con esto y alguna entrevista ‘preparada’ estaba todo hecho.
Pues nada, nos ponemos una cámara al hombro, hacemos uso de la improvisación, (que nadie me diga que esta magna obra es fruto de un concienzudo estudio) a preguntar al primero que pillemos por la calle, eso si, la Calle Real, y ya está, ya tenemos un documental inédito sobre la historia, presente y futuro de nuestra ciudad.
Reflejo claro del desdén con que se trata a Dos Hermanas en muchas ocasiones, desde fuera y desde dentro, que es aún peor. Parece ser que el no contar con grandes edificios monumentales, es fundamento más que suficiente para ocultar el resto de grandezas, como si comiéramos piedras a diario, y el resto no importara.
Y lo peor es que nos lo hemos creído muy bien, y nos encontramos con unos, que recién llegados, no cuentan con intención alguna de involucrarse en la vida de la ciudad, y otros, los del Pueblo, que o no quieren, o no han sabido integrarlos todo lo deseado.
Ya que se ha puesto el grito en el cielo, puede ser este, un buen momento para apartar de una vez los complejos de inferioridad cultural que todo impregna y todo contamina, esa mal entendida humildad tan presente en Dos Hermanas, que tanto daño hace en esta Era del Marketing, conjuntada en otras ocasiones con un cierto delirio de grandeza, que no se como se come esto.
A ver si empezamos ya a pregonar que somos un Pueblo orgulloso, que acogió a miles de nuevos nazarenos en tiempos difíciles, una ciudad de trabajadores que no ha hecho más que prosperar, abanderando a Andalucía en muchos retos y siendo ejemplo en cuestiones muy señaladas.
Será un buen momento para ver qué tipo de ciudad queremos ser, para dar un salto cualitativo que se sume al cuantitativo. Momento para recuperar, acrecentar y divulgar las tradiciones y valores propios, que sin entrar a enumerarlos son muchísimos los que están silenciados o infravalorados, uniéndolos a los progresos dados en otras materias, que pueden ser envidia de cualquier capital española, y que también tendrían una larga enumeración.
Con poco que se hubiera hecho se habría dado una imagen más acertada de Dos Hermanas. Dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver, será eso, yo desde luego no veo a la Dos Hermanas que se definió en el citado programa, más allá de la simple anécdota.
Casi esperábamos una tarde de gloria, y nos encontramos con una charlotada de categoría, que ni siquiera novillada de jóvenes promesas, charlotada en plena regla.
Así es que señores que ‘aquí estaban’, no se molesten en volver, que para desprestigiarnos ya estamos nosotros aquí solitos.
