El misionero Joaquín visita la parroquia del Divino Salvador

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    músicos de ÁfricaHa estado los dos últimos años llevando la fe cristiana a Zimbabue

    Un pedacito de África llegó el pasado sábado hasta la parroquia del Divino Salvador, en la barriada de Cerro Blanco. El misionero Joaquín, que ha estado los dos últimos años en Zimbabue compartió con los feligreses sus vivencias en el país africano, durante la misa de la tarde. Además de la presencia de Joaquín, un grupo de cuatro músicos de la República del Congo acompañó la misa tocando y cantando, entre otros temas un aleluya de ritmo africano.

    Acompañar en el sufrimiento
    Durante el primer año, el misionero estuvo aprendiendo ‘shona’,  una de las siete lenguas locales. A partir de Semana Santa comenzó el contacto directo con la población local, a través del trabajo en la iglesia. Joaquín se encontró “no con un pueblo triste o desesperanzado, sino de gente con esperanza y una iglesia joven”. A pesar de las limitaciones con que cuentan, como dos años de sequía en los que no han podido recoger grano, los zimbabuenses piensan siempre en el otro; cuando se saludana, a la pregunta ‘¿cómo estás?’ responden: ‘estoy bien si tú estás bien’.

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    La parroquia en la que trabaja Joaquín en Zimbabue acoge un área muy dispersa de unas diez mil personas, entre las que se cuentan unos mil católicos. “Como iglesia también pretendemos hacer presentes de evangelio”. La labor de la iglesia en el país es “acompañar el sufrir de la gente, si no, no se está haciendo la iglesia de Jesucristo, antes que hacer otros proyectos, como construir pozos, es algo que la gente lo demanda”, comena el misionero.

    “Me he vuelto más humano”
    La experiencia en Zimbabue ha transformado a Joaquín, que confiesa haberse vuelto más humano y haberse quitado “lazos y envoltorios”. “Tienes que apoyarte en la gente y en Dios, tienes que conocerte mucho a ti mismo”. Gracias a ese apoyo, Joaquín ha salido adelante en los momentos de soledad.

    En Zimbabue, la fe está presente en todas partes, por lo que según afirma Joaquín, “todo el mundo cree en Dios”, lo que facilita su labor de llevarles el amor por encima de grandes teorías y reflexiones. 1manuel luis pérez

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