Unas Navidades tristes

0
- Publicidad -

Hola, soy Raquel.
Quería hablar con la gente, con todas las personas que puedan leer lo que voy a escribir. El domingo pasado, día 9, fui al albergue de animales que hay en Dos Hermanas. Hacía frío ya que era por la mañana. Cuando entré en aquel sitio fue como una ola que va hacia ti y no puedes nadar tan rápido para que no te alcance, como si muchas personas corrieran hacia ti para salvarles la vida sin poder hacer nada. Pero esas personitas eran ellos, sí ellos también son seres humanos. Se vinieron hacia mí para que los acariciara, para simplemente darme la bienvenida a su casa. La mejor bienvenida que nadie me ha dado jamás. Después de hacerles un poco de compañía a todos, viendo a cada uno de ellos con una historia tan triste en sus ojos, que no hacía falta que soltaran ni una palabra de sus boquitas, limpiamos zonas de cachorros y de perros enfermitos que, gracias a muchas personas, tienen medicamentos y atención veterinaria.

Todos los perros y animales son vacunados y desparasitados. Sólo les falta un hogar para pasar el resto del tiempo que les quede con alguien que les quiera. Allí hay tantos animales que es imposible, con tan pocas personas que ese día estuvimos, darles un ratito de tu tiempo.
Fue un día muy especial para mí porque hacía bastante tiempo que deseaba ir a un albergue, pero mi tiempo es muy limitado. Hasta que aquel día me levanté y, como de repente, fue una señal. Si nadie abandonara a ningún animal, esos sitios no existirían. Ahora vienen los Reyes y es muy típico regalar animales en estas fechas. ¿Nunca abandonaríais a vuestro hermano o hijo, verdad? Ellos también tienen sentimientos y en estas fiestas se sienten también muy solos.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!