Los estudiantes viajan a países de habla hispana a terminar su formación
Los campos de refugiados en los que el pueblo saharaui lleva viviendo desde hace más de cuatro décadas se han ocupado y preocupado para que sus niños vivan una infancia lo más feliz posible y lo más normal posible dentro de la anormalidad y la provisionalidad que supone la situación en la que viven.
Por eso, la educación juega un papel fundamental en esta normalización y, en contra del que puede ser el tópico más generalizado, los niños saharuis gozan de un sistema educativo organizado. Las primeras escuelas, recuerda Mohamed Salem Daha, delegado en Andalucía del Frente Polisario, “fueron las sombras que daban las copas de los árboles y la pizarra era la propia arena del desierto; luego se hicieron casas de adobe, aunque sin material escolar propio”. Con la llegada dela cooperación internacional se abrieron las auténticas escuelas, ya que la prioridad es que no haya ningún niño sin escolarizar. De allí pasan a completar sus estudios a Argelia o incluso a países como Cuba o España, ya que el español es lengua oficial junto con el saharaui en los colegios.
Un poco de historia
El Sáhara Occidental es el último país africano colonizado que espera todavía por su independencia. Desde 1973, el Frente Polisario está luchando por su independencia.
En 1975, Marruecos y Mauritania invadieron ilegalmente el país. El gobierno español había prometido descolonizar, de acuerdo con las propuestas de la ONU, y devolver el Sáhara a sus habitantes. Pero no lo hizo y la República árabe Saharaui Democrática todavía lucha por decidir su propio futuro.