Hoy se lleva en procesión a Cuarto la imagen de San José para pedir misericordia
La terrible fiebre amarilla (o “Thyphus ictiroide”) está haciendo estragos en Dos Hermanas. Desde que apareciera el primer caso en la localidad, allá por el mes de septiembre, ya son 30 los fallecidos. El temor al contagio es tal que se han paralizado las labores del campo, y ya no abren sus puertas ni los mesones ni las tabernas.
La desesperación de los nazarenos ha motivado que hoy, 12 de Octubre de 1800, tenga previsto dirigirse hasta el Cortijo de Cuartos una procesión de rogativas cantando el “trisagio” con la imagen de San José. Le precederán representantes de todas las hermandades del pueblo, así como las autoridades eclesiásticas y municipales. Si la epidemia no cesa en las próximas semanas, entre los vecinos crece la opinión de que se habrá que recurrir a la Santísima Virgen de Valme para que interceda por el pueblo que la venera y aleje esta terrible mortandad.
La epidemia llegó en barco
Las sangrías practicadas por los médicos poco pueden hacer, y la muerte alcanza por igual a todas las capas de la sociedad. El pasado 21 de septiembre falleció en su casa solariega Rodrigo de Sierra, uno de los muchos sevillanos que han huido de la capital para refugiarse en el clima más benigno de Dos Hermanas.
Un extraño silencio, solo roto por los llantos en el cementerio, se ha apoderado de las calles del pueblo. Se mira con recelo a cualquier transeúnte, sobre todo si llega del camino que llega de Villafranca y Los Palacios, ya que fue en Cádiz donde apareció el tifus este verano, traído por un barco procedente de América.