Septiembre. Comienza el curso. Como todos los años por esta fecha, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía despliega una hermosa campaña publicitaria sobre las excelencias del sistema público docente andaluz.El año pasado fue "Por una enseñanza tecnológica y cosmopolita". Guau. Este año, algo así como "Yo soy el equipo". Guau guau. Nosotros, el IES Gonzalo Nazareno de Dos Hermanas, situado en el barrio de los Montecillos, que atiende una zona deprimida, calificada como Zona de Atención.
Educativa Preferente, es decir, que necesitamos especial mimo por parte de la Administración, somos, entre otras muchas cosas, las tres que la Consejería publicita: tecnológicos, somos centro TIC, cosmopolitas, desde el año pasado desarrollamos el programa de bilingüismo, y también somos un equipo, profesionales que saben hacer su trabajo. Bueno, esto último, lo del equipo, lo éramos. Lo éramos hasta el pasado jueves día 21, cuando recibimos una llamada de la Delegación de Sevilla, en la que se nos decía que dos compañeros nuestros debían abandonar el equipo. Nos quitaban dos cursos y nos quitaban dos profesores. Desde Planificación Educativa. Con el visto bueno del señor delegado. Dos profesores menos, dos sueldos menos. Un dinero que se ahorran, un dinero que se gastarán el ideales anuncios que venden una realidad pervertida. Y todo esto, ya lo hemos dicho, con el curso en marcha, pues recibimos a los alumnos el viernes 15, y el lunes 18, desde las ocho y cuarto de la mañana comenzamos a trabajar, tan a gusto, tan felices, como un equipo que cree en lo que hace y hace lo que debe. Se imagina, amigo lector de cartas al director, que mientras hace el sofrito de la paella le quitan el arroz y además le conminan a que su paella sea la mejor del mundo…
Parece ser que lo del equipo se debe referir a otra cosa: ¿tal vez al equipo de ineficaces e imprevisores que tienen como trabajo asesorarnos, ayudarnos, apoyarnos? ¿O tal vez se refiera a ese mismo equipo que a diez días de empezar el curso aún no nos ha enviado el profesorado para desarrollar el Plan de Compensatoria, que atiende a los alumnos más desfavorecidos?
Septiembre. Comienza el curso. De un día para otro, los alumnos se quedan sin dos profesores especialistas en su materia; de un día para otro, en un aula en la que antes había 25 alumnos hay que meter ahora 39 que han de prepararse para la Selectividad. De un día para otro se eliminan asignaturas, se desprecia el trabajo de una directiva que planifaca un curso, el derecho de unos padres sobre la educación de sus hijos, aunque todo eso perjudique a unos chavales a los que les importa más su formación que a los que deben velar para que esta sea justa e igualitaria.
¿Una enseñanza tecnológica? ¿Una enseñanza cosmopolita? ¿Una enseñanza en equipo? Para la próxima campaña, señores de Planificación Educativa de la Delegación de Educación de Sevilla, si los publicistas de su Consejería tienen dudas sobre el lema, en nuestro centro se nos ocurren muchos. Todos estupendos. Como ustedes.