Mirando de reojo al bañador
y a las siempre tan cortas vacaciones
volvemos con las mismas pretensiones
cargadas de verdad y de rigor.
La glosa -por su parte- a su lector,
le brinda un año más de sensaciones
que entre versos serán palpitaciones
de cuanto le suceda alrededor.
Y si hay algo que tiene a Dos Hermanas
nerviosa, y sin consuelo hace semanas
son los coches –menuda papeleta.
Por eso brindo aquí por los vecinos
que quieren ver, por coches y 'vespinos',
carriles donde usar la bicicleta.