La Hermandad de la Santa Cruz trajo el pasado Lunes Santo el sol a una Semana Santa que ha arrancado con mal tiempo y con la lluvia como protagonista. La cofradía pudo completar su estación de penitencia, aunque tuvo que retrasar su salida en una hora y nadie diría que iba a poner su cruz de guía en la puerta, a tenor del chaparrón de agua que caía sobre la calle Gustavo Bacarisas minutos antes de las cinco de la tarde.
Finalmente, la lluvia amainó y los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Presentación al Pueblo anunciaron con su pasacalles que Dos Hermanas iba a poder disfrutar de un Lunes Santo con cofradía en la calle. Y esto a pesar de que durante la salida algunas gotas rebeldes hicieron acto de presencia provocando la apertura de paraguas mientras se esperaba la salida de los pasos.
El misterio de la Presentación al Pueblo fue el primero de ponerse delante de su barrio con su tradicional movimiento en la calle con la espectacular banda sonora musical que le puso la Banda de Presentación, que parece resurgir de los malos momentos vividos y que lo dio todo durante el discurrir por Dos Hermanas del Cristo que tallara en los años 80 José Pérez Delgado.
Las primeras llamadas al martillo del misterio estuvieron dedicadas al hermano mayor, Rafael Gómez Velasco, que renovó recientemente mandato, y a su barrio, que lo espera cada Lunes Santo tan paciente.
Una vez presentado el Señor al pueblo, la Virgen del Amor y Sacrificio levantó las primeras pasiones nada más ponerse en la calle, arropada por el sol que hizo acto de presencia. Venía acompañada por nuevos sones musicales, los de la Banda de la Soledad de Cantillana. Por tu amor, mi sacrificio sonaba en la salida para encadenar con Pasan los Campanilleros y Esperanza Macarena, recibiendo la primera petalada en su barrio.
Estrenaba este año cambio de recorrido por su feligresía, pasando por primera vez por calles como Joselito El Gallo y Juan Belmonte . En un principio, a pesar de salir una hora más tarde, la cofradía no alteró su recorrido.
Uno de los puntos claves, como cada Lunes Santo, es el paso de la cofradía por la pasarela que lleva el nombre del Cristo. A ella, como curiosidad, al salir una hora más tarde y al no haberse cambiado la hora, llegó el paso de misterio ya entrada la noche, aunque el público ya se agolpaba a su espera desde horas antes.
A la vuelta, por esta pasarela, la chicotá del paso de palio estuvo dedicada al novillero Javier Camúñez, costalero de la Virgen del Amor y Sacrificio, que falleció en junio de 2023, mientras sonaba Suspiros de España.
Tras hacer la Carrera Oficial, donde la cruz de guía llegó pasadas las diez de la noche, se optó por modificar el itinerario de la entrada, acortando el recorrido por el lógico retraso acumulado. Aunque así estaba previsto, siendo otra de las novedades de la jornada, no bajó por la Avenida del Guadalquivir completa hasta Gustavo Bacarisas, sino que lo hizo por Pintor Romero Ressendi, directamente desde 28 de Febrero.
Pasada las dos de la madrugada, con la entrada del paso de palio en su capilla, se ponía fin a un Lunes Santo diferente, pero con el mismo Amor y Sacrificio que viene demostrando esta hermandad a lo largo de sus 38 años de vida.