Las pymes son la columna vertebral de las economías europeas. En 2022, se constató que las PYMES representan el 99,8% del mercado en Europa, contribuyendo al 57% del PIB y al 68% de la tasa de empleo. Sin embargo, debido a un nivel insuficiente de digitalización, se estima que las pymes europeas se quedarán rezagadas.
En 2024, la digitalización será una de las mayores oportunidades para las pymes. De hecho, en los últimos años, la incertidumbre económica, los retos que afectaron a las supply chains y las dificultades económicas han empujado a las empresas a perseguir con ahínco la transformación digital. Los expertos del Banco Europeo de Inversiones indican que más de la mitad de las empresas europeas están invirtiendo en digitalización para hacer frente a esta incertidumbre y aprovechar la oportunidad de crecimiento.
Digitalizar o no digitalizar marca una gran diferencia. Por qué las PYMES se juegan su supervivencia
En Europa estamos asistiendo actualmente a una especie de paradoja de la digitalización. Esta expresión se ha convertido en una fantástica -y muy utilizada – palabra de moda que inspira a las grandes empresas a invertir en nuevas tecnologías, aumentando la demanda y las herramientas y, por tanto, contribuyendo a encarecer la digitalización. Los elevados costes – que a menudo incluyen ingentes inversiones iniciales – asociados a la transformación digital suelen disuadir a las pymes de llevarla a cabo, especialmente en momentos de incertidumbre económica.
En esta época de cambios económicos, mientras las grandes empresas avanzan y se digitalizan, las pymes de toda Europa se quedan a la zaga. Son más vulnerables, tienen redes de ventas más pequeñas, menos resistencia al riesgo y también menos recursos internos para hacerle frente. Es más probable que se jueguen su supervivencia en el mercado por pérdida de clientes, cadenas de suministro inadecuadas o incapacidad para cubrir un déficit de talento que se convierte en esencial para aprovechar las oportunidades de crecimiento.
Además, vemos que algunas PYMES desconfían de la digitalización. Se preguntan: «¿Por qué debería probar algo nuevo y aumentar mi exposición al riesgo cuando he podido funcionar bien durante las últimas décadas?». Expresan desconfianza en la seguridad de los datos, en los nuevos socios comerciales, en la capacidad de adaptar su negocio y desconfían de la Inteligencia Artificial.
Si la digitalización no se integra a la perfección en la dinámica y los procesos de las pymes, convirtiéndose así en un obstáculo para competir con organizaciones más grandes, las pymes caerán inevitablemente a las primeras de cambio. Esto, en conjunto, no sólo dará lugar a mercados menos competitivos, con menos innovación y menos ideas creativas, sino que también supondrá una importante amenaza económica.
Por el contrario, debemos hacer todo lo posible para apoyar a las PYME y reforzar sus perspectivas de crecimiento a largo plazo. Lo que las PYME necesitan es una revolución digital.
¿Qué puede ayudar a las empresas a ser más eficientes?
Para que las pymes se mantengan competitivas y aprovechen al máximo las oportunidades que ofrece la era digital, es crucial adoptar estrategias que les permitan ser más eficientes y resilientes. La digitalización no solo abre puertas a nuevos mercados y clientes, sino que también optimiza los procesos internos, reduciendo costes y mejorando la productividad. La colaboración con una agencia de marketing digital puede ser especialmente beneficiosa en este aspecto, proporcionando a las empresas las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar su presencia en línea y eficiencia operativa.
Una de las primeras medidas es la implementación de sistemas de gestión integrados que automatizan tareas repetitivas y optimizan la gestión de recursos. Herramientas como el software de planificación de recursos empresariales (ERP) y los sistemas de gestión de relaciones con clientes (CRM) pueden transformar la operativa diaria de las pymes, permitiéndoles enfocarse en el crecimiento y la innovación.
Además, la adopción de soluciones en la nube ofrece a las pymes flexibilidad y acceso a tecnologías de punta sin la necesidad de grandes inversiones en infraestructura IT. Estas plataformas no solo facilitan el trabajo remoto y la colaboración en tiempo real, sino que también garantizan la seguridad de los datos, un aspecto que preocupa a muchas empresas al considerar la digitalización.
La presencia online es otro factor crítico para el éxito en el mercado actual. Desarrollar una estrategia digital sólida a nivel SEO, que incluya desde la creación de un sitio web hasta la activa participación en redes sociales y el posicionamiento web, puede ampliar significativamente el alcance de las pymes y conectarlas con una base de clientes más amplia.
Por último, pero no menos importante, la capacitación y el desarrollo de habilidades digitales dentro de la empresa son fundamentales. Invertir en formación para los empleados no solo los prepara para utilizar nuevas herramientas y tecnologías, sino que también fomenta una cultura de innovación y adaptabilidad.
De acuerdo con lo que hemos analizado en este artículo podemos afirmar que la revolución digital no es un lujo, sino una necesidad para las PYME que buscan prosperar en un mercado globalizado y en constante cambio. Adoptar la digitalización con una estrategia bien definida y el apoyo de herramientas y tecnologías adecuadas, incluyendo la colaboración con agencias de marketing digital, puede marcar la diferencia entre sobrevivir y prosperar en la era digital. Es momento de que las pymes abracen la transformación digital como el camino hacia un futuro más brillante y sostenible.