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A modo de clausura del Año Jubilar por el 50 Aniversario de la Coronación, la Hermandad de Valme ha querido rendir homenaje a los pregones de la romería, en un domingo de vísperas tradicionalmente dedicado a la exaltación de esta centenaria fiesta. Valme, el pregón de un pueblo, es el nombre que ha dado título a este acto, que ha tenido lugar en la parroquia de Santa María Magdalena y que ha sido conducido, como maestra de ceremonia, por la periodista Mariani Molina. Este homenaje se ha centardo en revivir a algunos de los pregoneros de Valme que ya no están entre nosotros, rescatando fragmentos de sus pregones, que han sido presentados por otros pregoneros y pregoneras de la romería.

El primer pregón de Valme tuvo lugar en el año 1954, a cargo de José Luis de la Rosa, profesor de la Universidad de Sevilla. Desde entonces, tuvo una trayectoria irregular, retomándose en 1968, encargándose a ilustres personajes sevillanos. Fue a raiz de 1982 cuando el pregón de la romería se celebra de manera ininterrumpida hasta nuestras fechas, siendo el historiador Antonio José López Gutiérrez, el primer nazareno en pronunciarlo en el año 1986. A partir de ese momento, siempre han sido vecinos de la ciudad o muy vinculados con ella.

Nueve pregones homenajeados

El primer pregón que se recuperó fue el de José Luis de la Rosa Domínguez, al que dio vida el también pregonero Rafael López Márquez, con un fragmento en el que se establece un símil entre la lucha de los caballeros medievales y los devotos de la virgen. La pregonera Mª Esther Moreno leyó un fragmento del pregón de Joaquín Carlos López Lozano del año 1968, quien soñaba con un acercamiento entre Sevilla y Dos Hermanas en sus líneas.

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El de Joaquín Romero Murube fue, quizás, uno de los pregones más recordados. Lo pronunció en 1969, un mes antes de fallecer, y para este acto se rescató la parte en la que este poeta sevillano habla de las advocaciones marianas y destaca a Valme como compendio de Fe. Lo leyó Antonio Luis Márquez Tobajas, pregonero de Valme en el año 1995.

Ana Trujilo, que ya anunciara la romería en 1996, fue la encargada de dar vida a Salvador Quinta Rodríguez, el que fuera hermano mayor de Consolación de Utrera, quien, en su pregón de 1974, primer aniversario de la coronación, destacó la figura de las mujeres aceituneras nazarenas.

Como un canto espiritual para describir cómo es la romería se definió el pregón de Rafael Oñós, que su hijo, Pablo Oñós, que también ha sido exaltador de esta fiesta, se encargó de recordar en este acto. No fue el único hijo que rememoró a su padre, ya que el pregonero Enrique Varela Díaz, se puso en la piel de Juan Varela Gómez para leer un fragmento de su pregón de 1991, en el que se encomienda a la Virgen.

En Valme, el pregón de un pueblo, en el que los pregoneros de Valme en el cielo han revivido con sus textos, también se rescató la figura del periodista José María Gómez, leyendo un fragmento de su pregón de 1990 a cargo de Federico Juan Martínez Martín, que también se puso tras el atril en 2001.

Ella fue la primera mujer pregonera de Valme, Pepi González, maestra de profesión y una de las responsables de instaurar las visitas escolares a la Virgen en los días de vísperas de su romería. En su pregón de 1993, hizo especial hincapié en que los niños y niñas crezcan conociendo la figura de la Virgen y las tradiciones de su ciudad. El fragmento de su pregón fue leído por Francisco Javier Mena.

Este homenaje a la historia del pregón se cerró con Casimiro Rivas Cordero, a modo de testamento, tras su reciente fallecimiento. Casimiro fue pregonero de Valme en 1987 y hace 25 años, en 1998, presentó a su sobrino, Francisco Muriel Rivas, quien, a sus 21 años, se convirtió en el pregonero más joven de la historia de la romería. Fue él quien recordó a su tío en este acto, que concluyó con una ovación del público.

Poemas y música

Además, durante este acto homenaje al pregón de la Romería de Valme, se leyeron varios poemas dedicados a la Protectora de la ciudad. Los primeros, Valme y Romancero de Cuarto de Miguel Cruz Giráldez; Cantiga a la Virgen, de Jesús Cotta, que lo leyó la presentadora al no haber podido llegar al acto; Madre, de Jesús Tortajada, que lo leyó también Mariani Molina, al estar convaleciente de una operación; le siguió Soneto a la Santísima Virgen de Valme, de Enrique Barrero Rodríguez; y se finalizó con Virgen Nazarena de Manuel Rámila. Todos ellos, ilustres profesores y poetas.

Las notas musicales la pusieron la Asociación Coral RC y el coro de la Hermandad de Valme. La coral interpretó Las Cantigas de Alfonso X El Sabio y Oh, Santísima, mientras que el coro cantó el soneto de Rafael Oñós y Nadie mira como tú, de su hijo, Pablo Oñós. Además, Maribel Lozano cantó el Ave María, con el acompañamiento a la guitarra de su hermano, Juan Lozano.

La hermandad de Valme quiso tener un agradecimiento especial a Fernando Cano, decano de los pregoneros en vida, que es recordado por el Pregón de los Nardos, pronunciado en 1983.

El acto de homenaje a los pregoneros de Valme en el cielo culminó con la entrega de un detalle por parte del hermano mayor, Hugo Santos Gil, a todas las personas que habían intervenido en la lectura de los fragmentos de los pregones y a la presentadora del acto. Mariani Molina también recibió un detalle del Consejo de Hermandades y Cofradías de la ciudad, que le fue entregado por su presidente Fran Alba Claro.

Este homenaje a los pregones estuvo presidido por el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez García, y el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que había oficiado previamente la Función Principal.


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