1877. Las cartas de Lamarque al secretario municipal

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1877. Las cartas de Lamarque al secretario municipalMuy pocos saben que entre la correspondencia particular de la Alcaldía conservada en el Archivo Municipal de nuestra ciudad existen varias cartas escritas por don José Lamarque de Novoa, distinguido escritor y hombre de negocios sevillano que residió en Dos-Hermanas con su esposa, la también escritora y poetisa Antonia Díaz. En total son cinco cartas, escritas todas en Sevilla entre el 5 de febrero y el 29 de abril de 1877.

Cuatro de ellas van dirigidas al que entonces ocupaba la secretaría del consistorio nazareno, Álvaro Pareja y Pareja, mientras que la primera misiva está remitida al alcalde conservador José Carballido Cotán y al juez de paz Antonio García y García. Las cartas, si bien apenas reflejan datos de la vida cotidiana de Lamarque, sí nos dan los nombres de algunos de los amigos que Lamarque tenía en nuestra ciudad: José Carballido, alcalde constitucional de la villa entre 1875 y 1881; Antonio García, dueño de la hacienda del Estudiante y juez de paz del pueblo en aquellas fechas; Manuel Valera Gómez, cuñado del anterior, destacado hacendado nazareno y propietario del primer almacén de aceitunas que se abrió en Dos-Hermanas; el notario Manuel Pelayo; y, por último, el referido secretario municipal.

Dos son los grandes temas que se abordan en las cinco misivas: el proyecto de concesión de unos terrenos públicos para la construcción de una plaza de abastos y la erradicación de la plaga de langosta que afectaba a los campos del término municipal nazareno. En cuanto al primero, por esas fechas se estaba pendiente de la concesión del solar que existía en la parte sur de la actual plaza de la Constitución, propiedad en ese momento del Estado, para poder construir la que sería la primera plaza de abastos. Las cartas muestran cómo Lamarque de Novoa, entonces diputado provincial, utilizó todos sus contactos en la capital madrileña para conseguir agilizar el proceso. Incluso afirmó en una de esas cartas que se puso en contacto con el mismísimo Cánovas del Castillo, presidente del Consejo de Ministros, para ese particular. Tanto ayudó a agilizar el proceso que a principios del mes de abril de 1877 (en apenas dos meses, tiempo récord para la época) se había conseguido el visto bueno de la Dirección General de Propiedades y Derechos del Estado. Y sobre el tema de la plaga de langosta, en abril de 1877 se desató una terrible plaga que afectó a 394 hectáreas de terreno. Lamarque, en la carta de 23 de abril cree haber dado con una solución efectiva: “Hoy he estado á ver á los Señores de la Comisión Permanente para proponerles un medio de extinguir la langosta barato y eficaz, y que creo haber encontrado. // Consiste en regar las manchas invadidas con una mezcla de agua y ácido sulfúrico en la cantidad de 8 por ciento de ácido y 92 partes de agua. El ácido vale poquísimo y usando grandes regaderas el resultado es inmediato é infalible. Pienso ir á Dos-hermanas con todos los útiles necesarios para hacer la prueba sobre el terreno. Probablemente el viernes o sábado me tendrán Vstedes ahí”.

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En la siguiente comunicación pregunta: “¿Se hizo la prueba del ácido como yo dije? ¿Se midió en terreno de igual longitud al regado el número de fanegas de langosta cojida? Ruégole me lo diga”. Tal era su preocupación sobre este particular, que la última carta conservada en el archivo municipal y fechada en 29 de abril trata en exclusiva sobre el tema de la langosta. Dice Lamarque lo siguiente: “Anoche me dijo el hijo de mi capataz que sólo se había hecho la prueba de la langosta con algunos botes de líquido. Yo ruego á Vsted suplique en mi nombre á los amigos Valera y al Alcalde se haga otra prueba con los botes que restan de la siguiente manera: Se escoje una mancha de langosta en terreno de dehesa de las más pequeñas: dos o tres operarios barren la langosta hacia el centro // después de echar el líquido en la regadera é inmediatamente se va regando la langosta sin dejar de barrer y amontonar hasta que se hayan gastado todos los botes. Después deseo se mida el terreno donde se haya destruido por este procedimiento y en un terreno del mismo tamaño se cogen las langostas que hagan por el antiguo procedimiento de las sábanas y se miden para ver el número de fanegas que hace el mencionado trozo de terreno. Sólo así se puede formar un juicio comparativo exacto”. Por desgracia, no sabemos si los consejos de Lamarque se llevaron a la práctica en las zonas del término municipal afectadas por la langosta.

En definitiva, estas cartas inéditas muestran el interés y los desvelos que tenía Lamarque por el pueblo que será su residencia en la última etapa de su vida.

Álvaro Pareja y Pareja
Entre los destinatarios de las cartas estaba Álvaro Pareja y Pareja, nacido en Sevilla en 1844, y casado con la nazarena Rocío López Mérida, con quien tuvo tres hijos: Juan, Rafaela y Álvaro Pareja López. Ocupaba el cargo de secretario del Ayuntamiento de Dos-Hermanas desde 1875, falleciendo muy joven, a los treinta y tres años de edad, el 24 de agosto de ese año 1877, a consecuencia de unos problemas del corazón. Recibió sepultura en el cementerio de San Sebastián, pero sus restos fueron trasladados al nuevo camposanto a principios del siglo XX, conservándose aún su lápida.

{xtypo_rounded4}Una de las cartas
“Señor Don Álvaro Pareja. Mi apreciado amigo: Ya tiene Vsted en Sevilla la resolución favorable, o sea, la concesión del terreno para edificar la Plaza de Abastos de ese pueblo. Juzgo que á estas horas habrá comunicado el Jefe Económico á ese Ayuntamiento la superior resolución.
Dígale, pues, á Manolito Valera que he cumplido la palabra que le di de que en este mismo mes quedaría resuelto este asunto favorablemente; y gracias á Dios se ha conseguido. Quiero demostrar á ese pueblo que, si me ha elegido Diputado Provincial, sé corresponder á la confianza que en mí ha depositado.
Hoy he estado á ver á Su Majestad la Reina [se refiere a Isabel II] para suplicarle en protección al pensamiento de eregir (sic) un monumento á Fernán Caballero: por esta causa no he podido ver al Gobernador, lo cual haré mañana con objeto de hablarle sobre el empeño del Guardia Civil.
Espresiones al Alcalde, á García, los Valeras, Pelayo y demás amigos; y Vsted disponga de su afectísimo amigo y Su Señoría Que besa su mano. José Lamarque de Novoa (rúbrica) ¿Se hizo la prueba del ácido como yo dije? ¿Se midió en terreno de igual longitud al regado el número de fanegas de langosta cojida? Ruégole me lo diga”.{/xtypo_rounded4}

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