La Rociera no alcanza el liderato y se jugará el ascenso ante el Arcos
La Rociera finalmente tiene que conformarse con jugar la liguilla como última baza para conseguir el ascenso a Tercera División. El punto obtenido tras empatar (3-3) con el Brenes en la última jornada de liga no ha sido suficiente para contar con más puntos que el Antoniano, que finalmente cerró su temporada ofreciendo el resultado que más le podía favorecer a los nazarenos, y que no era otro que perder (1-0 ante el Betis C).
Aún queda un último resquicio para la esperanza. El rival que tendrá que batir ahora el equipo auriazul es el Arcos, al que visitará este sábado a las 18:00 horas. El conjunto de Emilio López espera contar con más suerte que en su partido de este pasado fin de semana, en el que se vio rodeado de una cadena de extraños acontecimientos que perjudicaron en buena medida sus pretensiones de ascenso.
Porque, ciertamente, resulta llamativo y no menos curioso que todos los partidos decisivos de la Primera Andaluza (tanto para los candidatos al ascenso como al descenso) se jugaran este pasado domingo a las 12:00 horas, mientras que el del líder de la categoría, el Antoniano, comenzó más de un cuarto después de la hora establecida, a las 12:17 horas.
El pequeño pero existente margen horario entre los choques de Rociera y los lebrijanos propició que en la cita de estos últimos, toda vez que se conoció el empate a tres de los nazarenos, los seguidores del Antoniano saltaron en tromba sobre el terreno de juego, viéndose obligado el trencilla a suspender por diez minutos el partido. Una vez restablecido el juego, y ya con la Rociera en las duchas tras terminar su encuentro, el Betis C marcó el único gol del encuentro, a sabiendas de que el ascenso de su rival, el Antoniano, ya no corría peligro.
Otro caso también misterioso que afectó a la Rociera tuvo lugar días antes del partido. En concreto, el jueves anterior, fecha en la que el colegiado designado para que arbitrara el choque, el sevillano Repullo García, fue sustituido por el gaditano Rodríguez Bilbao, quien perjudicó notablemente al conjunto que dirige David Fernández ‘Powi’.
Y es que, pese a poner empeño, los auriazules se dieron de bruces contra un incomprensible arbitraje que mermó sus pretensiones. Tras adelantarse en el marcador los de Dos Hermanas gracias a un tanto de Gordi, Fran Ruiz recibió una patada en pecho por parte de un contrario que no fue amonestada, siendo también víctima de una fuerte entrada por parte del portero brenero. El Brenes le dio la vuelta al partido y pronto tuvo el 2-1 a favor. Aunque Miguelito igualó la contienda y Gordi puso la ventaja del 2-3, resultado con el que se iba a cerrar el partido. Aunque un injusto penalti legó el empate a tres.
