Se dice que la edad es relativa. “Vale, vale. Claro que sí”, decía yo siempre. Había conocido a personas de pocos años con mentalidades viejas y a personas de muchos años con mentalidades jóvenes. Sabía que la edad era relativa. Pero sólo sabía una parte de esa frase hecha. Después de quedarme en España durante tres meses, me encuentro a algunas semanas de mi cumpleaños; y ahora, creo que sé la verdad. He aprendido que la edad no sólo es relativa con respecto del individuo, sino también con respecto del país y su propio modo de vivir. Es decir, no sólo el individuo, sino también la cultura, hace la edad.
Como escribí, voy a celebrar mi cumpleaños muy pronto. Pero no sólo es un año más en relación con mi edad. Es mi 21 cumpleaños. Esa fecha tal vez es la más importante en la vida de un americano. Con el paso de sólo ese día, una persona se hace un adulto. Es como una vida diferente… en los Estados Unidos. Y el privilegio favorito de todos: beber.
Pero en España, la edad para beber es solamente 18 años. La gente puede beber (legalmente) con menos años. Sabía eso antes de venir a España, y a mí me parecía muy extraño. En mi mente, 18 era demasiado joven para tomar todas las decisiones necesarias para beber. Eso fue unos de los choques culturales más grandes para mí cuando llegué aquí a Sevilla. Tenía que cambiar mi modo de pensar.
En España, a mí me parece que el beber no tiene el significado de algo de mal comportamiento, o de adultos, o tal vez de nada importante. En cambio, es parte de la vida, una cosa más para gozar como cualquier otra cosa. Una cerveza con la comida, un vino con la cena y una copa con amigos por la calle. Es parte de la vida. Es como mi profesor de la Universidad de Sevilla dice al fin de cada semana, “Una copa, dos copas, tres copas: bien. Pero la cuarta, no.”
En los EE. UU. , el alcohol siempre ha sido algo con mal significado. Hay algunas tierras, tierras secas, en los EE. UU. don de es ilegal comprar alcohol. Y más común, en muchas ciudades pequeñas, como la de mi nacimiento, está prohibido comprar alcohol el domingo.
Las edades — de beber, de conducir, de independizarse — todas son diferentes entre los EE. UU. y España. Pero no es por una falta de razón. Sus edades de beber en España y los EE. UU. son diferentes porque sus propios conceptos de alcohol son diferentes. La edad de conducir en España es mayor porque hay mucho más transporte público que en los EE. UU. La edad de independizarse en los EE. UU. es menor porque la estructura de las universidades y la fuerza laboral lo hacen necesario.
Hay muchas maneras de vivir. Y muchas maneras de tener los privilegios y las responsabilidades de varias edades. Puedo, y he podido, durante los tres meses anteriores, ser una menor con los privilegios de alguien mayor de edad. Entonces, ¿qué año es mayor que otro? Tal vez no hay respuesta.
Para mi cumpleaños, no sé si debo celebrarlo como una americana o una sevillana de 21 años.
Entonces, voy a celebrarlo con el conocimiento de las dos experiencias conjuntas. Iré a un bar con mis amigas (todos tienen todavía solamente 20 años) y me divertirá el hecho de que si estuviera en los EE. UU. no sería posible estar con ellas. Pediré mi primera copa con 21 años, y levantaré mi copa. Un saludo a España.
