La ley y la vida

0
- Publicidad -

(Lucas 18, 9-14)   Yo quiero tener a mi hijo, Señor.

Ya sé que he hecho mal al consentir hacerlo sin usar el preservativo. Ya sé que no tengo con qué mantenerlo y alguien me tendrá que ayudar. Ya sé que soy joven y que este niño me va a cambiar la vida, que no estoy preparada, que es una responsabilidad muy grande… Pero hay algo dentro de mí que me impulsa a dejarlo crecer, a poder acariciarlo, a darle de comer de mis propios pechos.

 

- Publicidad -

La trabajadora social ni lo dudó: “¿Vienes para interrumpir el embarazo? (…) Pero si es como un granito de arroz (…)”. Mis padres se enfadaron mucho conmigo y acabaron por exigirme que abortara. Ellos me lo dicen por mi bien, para que acabe los estudios, para que tenga una buena posición social… Mis amigas me dijeron que todos me iban a mirar raro: “Tan joven y embarazada (…) Con la tripa tan gorda (…) Ya no podrás venir a la botellona con nosotras (…) No seas tonta y no te compliques la vida (…)”.

Pero yo quiero tener a este hijo, Señor. Me doy cuenta de que he hecho muchas cosas que no debía. Que nadie de los que tienen autoridad está de acuerdo conmigo. Que parece que la ley y la sensatez están del otro lado. Ellos me dicen tan tranquilos que aborte, como si no fuera nada.

Yo no soy nadie, pero se que Tú estás conmigo y nos ayudarás a mí y a mi niño”.

“Os digo que ésta bajó justificada a su casa”.

 

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!