Medio ambiente y ozono: mal partido;
mala herida en la cáscara del mundo;
mala hierba en sembrado moribundo;
mala siembra de espinas sin sentido. Ozono es ya sinónimo de olvido,
de batalla perdida, de infecundo
discurso demagógico y rotundo
fracaso tras un hueco malherido.
Pero no: me resisto y me revelo;
lanzo un grito de verso y poesía;
clamo al cielo –curioso por el cielo–.
Y a un tiempo pienso en tanta altenería
de gritos –como el mío– que son velo
de una vana y simplona hipocresía.