Melchor, Gaspar, Baltasar,
las carrozas, el cortejo,
los pajes, el gusto añejo
por recordar nuestra infancia,
la sensación, la fragancia
inocente del desvelo
y un sin fin de caramelos
confunden la realidad,
cerrando la Navidad
con una noche escarlata
donde misterio y regalo
se visten de Reyes Magos
tras pasar la cabalgata. Sobre el motivo y el tema
que dará forma al estreno
del cortejo nazareno,
se agradece enormemente
evitar grandilocuentes
motivos enrevesados,
que imponen iluminados
y que no entiende la gente;
así, que sencillamente,
todo irá sobre el regalo.
Ya que hablamos de regalos,
los reyes de la ilusión
le han querido regalar
a nuestra insigne ciudad
un juzgado de instrucción:
el seis, más concretamente,
y es que los Magos de Oriente
saben de la delincuencia
que ha aumentado su presencia
y su fuerza pertinaz;
esperemos que los Reyes
traigan el año que viene
menos cantidad de juicios
y más, de seguridad…