En primer lugar quiero manifestar mi más sincera repulsa hacía cualquier acto de violencia en el deporte, bien sea desde los propios deportistas o de cualquier aficionado.
En segundo lugar quiero pedir mis más sinceras disculpas a todos los miembros del estamento deportivo de nuestra localidad y de la Federación Sevillana de Fútbol, en particular al Atlético Dos Hermanas, al Bellavista F.C. y a toda la afición que el pasado día 25 de febrero estaba viendo el partido de los juveniles de estas dos entidades deportivas en el Estadio Miguel Román de Dos Hermanas.
No hay justificación alguna para cometer una agresión, física o verbal, pero lo ocurrido en el estadio el pasado día 25 no fue una agresión perpetrada por mí como se ha pretendido hacer ver en diferentes medios de comunicación de carácter general.
Es cierto que, preso de un gran nerviosismo, invadí el campo, pero nunca con la intención de agredir a nadie, antes al contrario. Lo que pretendía era proteger la integridad de algunos menores, entre los que se encontraba mi propio hijo, que estaban viendo cómo por las injusticias del arbitraje que se les estaba realizando se podía armar una trifulca mayor.
Nunca agredí a nadie, sólo manifesté mi desacuerdo con las decisiones que se estaban tomando, pero alguien malinterpretó mis actos y gestos y pudo pensar que soy una persona agresiva. Nada más lejos de la realidad. Solo quería proteger a los jugadores.
Quiero pedir perdón a todos los que se pudieron sentir ofendidos, incluso a los miembros del Cuerpo Nacional de Policía que tuvieron que intervenir ante las agresiones que sí cometió el colegiado del encuentro contra algunos de los que nos encontrábamos presenciando el partido.
De esas agresiones resulté lesionado y me encuentro a día de hoy en recuperación, además de inmerso en un procedimiento judicial penal que nunca he pretendido, siendo esta la primera vez que tengo este tipo de experiencia.
Soy un perjudicado más, pero no un violento.
Si alguien se ha podido sentir ofendido, lo siento, y una vez más quiero expresar mis disculpas a todos los afectados, clubes, federación, concejalía de deportes, colegio arbitral y aficionados en general. Todos debemos ser conscientes de la importancia de transmitir valores a nuestros niños y jóvenes y sucesos como los ocurridos el pasado día 25 de febrero no hacen sino empañar el trabajo, la ilusión y la afición de todos ellos.
