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No era madrugada del Viernes Santo y el silencio no reinaba en los aledaños de la Capilla del Gran Poder. La primavera se había cambiado por el otoño en una tarde de sábado que aún no había podido deshacerse de los calores del recién despedido verano. Era una jornada especial la que afrontaba la Hermandad del Gran Poder para celebrar sus 125 años de historia. Así fue desde el primer momento en el que se abrieron las puertas del templo y los sones de la Banda de Dos Hermanas Santa Ana le puso la banda sonora a la procesión extraordinaria de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso.

El paso de palio iba presedido por un cortejo de unas 200 personas, en el que el toque extraordinario lo puso la presencia de una veintena de hermanas del Gran Poder con mantilla. También hubo una representación de la Hermandad de Gran Poder de Sevilla y de la Hermandad de Santa Ana, con la que la corporación nazarena está hermanada.

No faltó una representación del gobierno municipal, con el alcalde, Paco Rodríguez a la cabeza, que estuvo acompañado por algunos concejales de su equipo: Rosario Sánchez Jiménez, concejala de Cultura y Fiestas; Antonio Morán Sánchez, concejal de Movilidad; Cristo Muñoz, delegado de Participación Ciudadana y Fuente del Rey; Juan Pedro Rodríguez, concejal de Cohesión Social; y Fernando Pérez, concejal de Hábitat Urbano. También integró el cortejo la junta superior del Consejo de Hermandades y Cofradías, con su presidente, Fran Alba Claro, en el centro. Y en la presidencia, el hermano mayor de Gran Poder, Julio Cruz Rivas, la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, y el párroco de Santa María Magdalena, Manuel Sánchez de Heredia.

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Mucha era la expectación en la calle Real Utrera por ver en la calle a María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, que se presentaba ante su pueblo sola bajo palio, sin el apoyo del apóstol San Juan Evangelista. Además, a diferencia de la Semana Santa, por primera vez en su historia, la Virgen procesionaba con el acompañamiento musical y la impresión, desde el primer momento, fue muy buena. El exquisito repertorio elegido para la ocasión, así como el elegante caminar de los costaleros de la cuadrilla del palio y el paso de cristo, unidos para la ocasión, pusieron el resto.

La dolorosa procesionaba con un exorno floral también diferente al que nos tiene acostumbrado. Los claveles blancos dieron paso en una jornada extraordinaria a las rosas, hortensias, rosas spray, nardos y esparragueras oro, con un diseño de cono en los jarrones y jarritas del palio. A las plantas de la Virgen, como regalo por este 125 Aniversario, una media luna que ha sido donada por la familia Cruz Avilés y realizada en el taller de Juan Lozano.

Jornada de presentaciones

La primera parada en esta procesión extraordinaria era evidente. La Virgen visitó a su madre, Santa Ana, que, para la ocasión, se había somado a las puertas de su capilla, donde la hermandad había montado un altar efímero. La Patrona de Dos Hermanas lucía el manto que la Hermandad de Gran Poder le regalase en el año 2008 con motivo del hermanamiento. Como banda sonora, los sones de Nazarena y Patrona, de José Ramón Lozano pusieron la banda sonora al momento.

La primera parte del recorrido era similar al que recorre cada Madrugá del Viernes Santo, aunque a la inversa, pasando por la Parroquia de Santa María Magdalena y la calle Nuestra Señora de Valme, con presentación ante la Hermandad de Santo Entierro con los sones de Soleá dame la mano, para llegar a la Plaza del Arenal. En la calle Alcoba, la Virgen visitó la casa hermandad del Rocío de Dos Hermanas, donde la banda de Santa Ana interpretó Como tú ninguna, de David Hurtado. En esta salida extraordinaria la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso también visitó, como cada Semana Santa, a la Hermandad de Oración en el Huerto. Fue en la calle Aníbal González, donde la Banda de Música de Dos Hermanas Santa Ana se despidió de esta gesra histórica de ser la primera formación en tocar tras el palio de esta dolorosa de silencio. Tocaron La Virgen de Sevilla, de Víctor López.

Banda sonora compartida

A partir de la Plaza de Menéndez y Pelayo fue la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas la que fue poniendo la banda sonora a esta jornada para la historia. Esperanza de Vida fue la marcha que sonó mientras el paso de palio se presentaba ante el monumento de la Virgen de Valme y la junta de gobierno de la hermandad. Allí se le entregó un broche con la súplica «Váleme Señora».

El final de esta procesión extraordinaria por el 125 Aniversario de la Hermandad de Gran poder se concentró en la feligresía de San Sebastián y los recovecos de sus calles estrellas. En la que da nombre a su hijo, Jesús del Gran Poder, la banda interpretó su marcha, Mayor Dolor y Traspaso, antes de visitar a la Hermandad de la Vera-Cruz en su capilla de San Sebastián.

La noche estaba llegando a su fin, pero aún quedaba una visita también especial, por la cercanía geográfica con la Hermandad de Gran Poder. El palio de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso se presentaba, antes de su entrada, ante el Colegio Sagrada Familia y las Hijas de la Caridad. De fondo, sonaba Ciudad de Dos Hermanas y la marcha Margot.

Como no podía ser de otra forma, sonaba la Madrugá, como banda sonora mientras el paso de palio se acercaba ya a su capilla, recorriendo los últimos metros de esta salida para el recuerdo. A las 2:22 minutos, la Virgen hacía su entrada en el templo y se reencontraba con su hijo, Jesús del Gran Poder, y su fiel compañero, San Juan Evangelista. Su salida en solitario por las calles de Dos Hermanas, en una jornada para el recuerdo y la historia con banda sonora, había llegado a su fin.

Regalos de aniversario
Además del broche de la Hermandad de Valme, fueron muchos los regalos que Gran Poder ha recibido en las jornadas previas a esta salida de parte de otras corporaciones de la ciudad. La Hermandad de Santa Ana concedió una medalla con la cruz y el lema de la Santa; la de Vera-Cruz regaló un broche con la unión de las dos hermandades; Santo Entierro hizo una ofrenda floral; la Hermandad de la Sagrada Cena regaló un cuadro y la Sacramental del Dulce Nombre de La Oliva le entregó una medalla; Oración en el Huerto también le hizo entrega a la hermandad de una medalla, como también lo hizo la Hermandad del Cautivo; la Hermandad de la Estrella regaló un rosario de nácar para la Virgen; mientras que la Peña Sevillista de Dos Hermanas hizo una ofrenda floral.

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