En los últimos años del siglo XV o principios del siguiente, se creó la calle San Francisco, histórica vía se levantaría sobre un pequeño camino realengo. Sería conveniente aclarar que en su origen y hasta 1938 la calle «San Francisco» comenzaba en el cruce con la calle del Canónigo y finalizaba en la esquina con la calle Santa Ana y plaza de la Constitución, por lo que su tramo era mucho más largo.
Siempre fue una calle de paso, que comunicaba la plaza pública con la referida calle del Canónigo, por lo que a ella daban postigos de las casas colindantes y de la conocida hacienda de la Mina Grande, propiedad del marquesado de la Mina. De este modo, no tuvo vecinos, y, por tanto, no aparece recogida en los padrones de vecinos de los siglos XVII-XIX.
Como el resto de las calles de la villa, era terriza, no viéndose agraciada con el alumbrado público eléctrico en 1903. Las autoridades locales no repararon en ella hasta 1927, cuando se decidiría adoquinarla mediante contribuciones especiales que debían ser pagadas por los propios vecinos.
No fue ésta una vía comercial en sus orígenes. Los negocios no comenzarán a aparecer hasta finales del siglo XIX, cuando abrió sus puertas el «Café Central», propiedad de don Jesús de Grimarest. Ya en la década de 1930, Manuel Carretero López también regentaría una cafetería en esta vía, y María Sánchez Pino una taberna.
Desde hace unos años, se ha restringido el paso de vehículos por esta histórica calle que durante muchos años acogió la segunda sede del Colegio «Sagrada Familia», hasta que en 1917 pasó a su actual ubicación.
¿Qué nombres tuvo la calle San Francisco?
Cuando esta vía fue creada allá por las postrimerías del siglo XV o principios de la siguiente centuria, no recibió ninguna denominación oficial. Simplemente era conocida (como ocurría con otras muchas calles del municipio) como «calle del rey», nombre genérico que conservaría hasta bien entrado el siglo XIX, pues al ser una calle de paso, sin vecinos, no necesitaba, ciertamente, un nombre concreto. Entre 1850 y 1897, se la conocería como «callejón de la hacienda de Goyeneta», en referencia a la hacienda de Montefrío o de la Almona, propiedad entonces de la familia Goyeneta, y cuyo costado oeste daba precisamente a esta calle. Es en 1897 cuando el consistorio decide darle un nombre oficial a esta céntrica vía, recibiendo en esa fecha el de «San Francisco», sin que sepamos la razón de la elección de dicha denominación. Lo cierto es que ésta sobrevivió a los cambios del nomenclátor que se dieron durante los años de la II República, encaminados a eliminar toda referencia al santoral, manteniéndose, pues, hasta nuestros días.
SABÍAS QUE… ? La antigua plaza de abastos, que ocupaba la zona sur de la actual plaza de la Constitución, lindaba con dos calles. Una era esta calle de «San Francisco», y la otra llevaba el curioso nombre de «callejón de los Estudiantes». Esta denominación, de la que no nos ha quedado huella alguna, deriva del nombre de la hacienda situada justo enfrente de la desembocadura de este callejón: la hacienda del «Estudiante».