Un monarca muy vinculado a nuestra ciudad
No habían pasado ni cuatro años desde la canonización del rey San Fernando (lo cual tuvo lugar en febrero de 1671), cuando uno de los curas de la parroquia, el licenciado don Alonso Martínez del Pozo, encargó a un artista sevillano poco conocido, Antonio Ximénez de Carcosa, la realización de una imagen del Santo Rey castellano. De esta manera, se hacía muy patente la gran devoción que siempre mostró Dos-Hermanas hacia Fernando III ‘el Santo’, conquistador de Sevilla, y uno de los protagonistas de la tradición de la Virgen de Valme.
Y es que en julio 1674, Ximénez de Carcosa se comprometió a realizar para la parroquia de Santa María Magdalena de Dos-Hermanas una imagen del “Santo Rey don Fernando, Rey que fue de Castilla y de León, de siete quartas de alto, sin peana”. Al mismo tiempo, se obligaba a hacerla “en la misma forma que está echa la ymaxen del Santo Rey en la Santa Yglesia Maior de la dicha ciudad de Seuilla”. Esto es, la talla debía seguir fielmente el modelo del San Fernando de Pedro Roldán (aún conservado en la catedral hispalense), que muestra al monarca de pie, con la típica vestimenta militar del siglo XVII, corona real, y portando la espada ‘Lobera’ con la mano derecha y el orbe con la otra, símbolos tradicionales, ambos, del poder regio.
Por otra parte, Carcosa entregaría la imagen a la iglesia nazarena en un plazo de ocho meses, que comenzarían el día de la firma de la escritura de obligación y “a contento y satisfacción del dicho licenciado Don Alonso Martínez del Poço”, es decir, que el presbítero tenía que dar su visto bueno a la talla, valorada en 2.400 reales de vellón, de los cuales, en el momento de firmar el contrato, el artista había recibido 990 reales. El resto se le pagaría a lo largo de los referidos ocho meses.
Madera policromada y estofada
La imagen, realizada en madera, policromada y estofada, también representaba a San Fernando de pie, ataviado con armadura y vestiduras propias del siglo XVII, y portando una espada en la mano derecha y el orbe en la izquierda. Poseía, asimismo, una corona de plata, según se apunta en un inventario de bienes de la parroquia de 1686, que se halla incompleto debido al inexorable paso del tiempo. Corona que en 1748 fue arreglada por el artista platero sevillano Juan José Luis Parra.
Terminaría siendo colocada en el retablo dedicado a San Fernando (ejecutado un año después de la canonización, siguiendo los deseos de doña Catalina de Arnao) para que lo presidiera. Allí permaneció hasta finales del XVII, cuando fue retirada momentáneamente, volviendo al retablo por un mandato del arzobispo Palafox de 1692.
Sin embargo, tras las obras de construcción de la parroquia nazarena de 1797-1803, el antiguo retablo de San Fernando fue destruido y el clero nazareno decidió colocar la imagen que lo presidía en una sencilla ménsula situada en el lado de la Epístola del retablo mayor neoclásico, donde permaneció hasta la quema de la iglesia de julio de 1936.
Foto del mes
Traemos a esta sección esta curiosa fotografía procedente de la colección de José María Núñez y publicada en la Revista de Feria de 1986. La instantánea, realizada por Cecilio Sánchez del Pando, fue tomada en el interior de la conocida Fonda de Campo durante el almuerzo que se celebró, a finales de enero de 1918, en homenaje al alcalde saliente Francisco Hidalgo Oliva (y jefe del comité local del partido Conservador hasta esa fecha) y al nuevo jefe de los conservadores nazarenos, Manuel Andrés Traver. Y es que durante el acto homenaje, Hidalgo Oliva, que había liderado ese partido en Dos-Hermanas desde 1907, entregó las riendas del mismo al médico Traver, que, dicho sea de paso, carecía del carácter dialogante de su predecesor. Según informó La Unión Ilustrada el 24 de enero de 1918, “el acto revistió extraordinaria brillantez celebrándose un banquete en el que reinó cordialidad y entusiasmo”. Entre los asistentes hemos podido identificar a las siguientes personalidades: el entonces concejal conservador José Gómez Martín 1; uno de los homenajeados, el médico Manuel Andrés Traver 2; el abogado e hijo del que fuera alcalde de la villa Valera Aguilar, don Manuel Valera Doval 3; el dueño de la fonda y miembro del partido Conservador, José Campo 4; el médico de la villa Manuel Calvo Leal 5; el otro homenajeado, Francisco Hidalgo Oliva, alcalde de la villa en dos ocasiones (1914-1915 y 1917) 6; el farmacéutico Manuel López Grosso, también perteneciente al partido Conservador 7; Joaquín Jiménez López, otro conservador nazareno, alcalde de Dos-Hermanas en varios períodos (1908-1909, 1913, 1921-1922 y 1931) 8; y, finalmente, Joaquín Pérez-Tinao, yerno de José Gómez Martín, y miembro del partido Conservador 9.