Los sellos de tinta son los grandes olvidados a pesar de que han jugado un papel importante en nuestras hermandades, ya que son el signo de validación de la documentación emitida de manera oficial por dichas corporaciones. Pocos se han parado para contemplarlos. Pero esos sellos reflejan fielmente los cambios que se han producido tanto en la intitulación como en el escudo de la cofradía. En cualquier caso, el uso de estos sellos en el mundo de las hermandades no llegó hasta mediados del siglo XIX, emulando a otras instituciones como los ayuntamientos, las parroquias o las diputaciones.
Y a Dos-Hermanas no llegaron hasta el último tercio del siglo XIX, siendo una de las primeras en utilizarlos la hermandad de Santa Ana (ya en 1888 utilizaba un sencillo sello de tinta de forma ovalada donde aparecían su intitulación abreviada y el nombre de la población).
Hagamos, a continuación, un breve repaso a los sellos de tinta antiguos de las hermandades penitenciales de la villa de principios del siglo XX.
Hermandad de la Santa Vera-Cruz
El primer sello de tinta de la hermandad de la Vera-Cruz, la decana de las cofradías de penitencia de Dos-Hermanas, hizo acto de presencia en los primeros años del siglo XX. Era de forma ovalada, en cuyo centro se hallaba una sencilla cruz latina. Alrededor de la misma aparecía la siguiente inscripción: ‘Hermandad de la Santa Vera Cruz. Dos Hermanas’. Debió adquirirse sobre 1903, aunque bien es cierto que la primera vez que encontramos este sello es en el acta del cabildo celebrado el 15 de septiembre de 1904. En cualquier caso, tendría una larga vida, permaneciendo hasta mediados de la década de 1920. Entonces hizo acto de presencia un nuevo sello que sustituyó al anterior. Tenía igualmente forma ovalada, y en su centro se divisaba una cruz sobre el monte calvario y con dos escaleras apoyadas sobre el ‘patibulum’. Se trataría del antecedente del actual escudo de la hermandad de la Vera-Cruz. La leyenda que bordeaba la imagen seguía siendo la anterior. Este segundo sello, mucho más curioso, duró hasta que en 1944 la hermandad del Jueves Santo, en el marco del IV Centenario de su fundación, consiguió el título de ‘Real’ de manos de S.A.R. doña Dolores de Borbón-Dos Sicilias y su hijo Adam Czartorisky. El cambio en la intitulación obligó a sustituir este sello de la cofradía por otro que recogiera el nuevo título.
Hermandad Sacramental
De esta hermandad que juega un papel importante en los cultos de la Semana Santa tan sólo conocemos la existencia de un sello durante las primeras décadas del siglo XX. Aparece por primera vez en el margen superior izquierdo de una carta enviada por el entonces Hermano Mayor don Manuel Calvo Leal al alcalde de Dos-Hermanas y fechada el 23 de marzo de 1915. Se trata de un sello en el que, curiosamente, aparece el escudo de la corporación: Bajo un gran pabellón borleado y coronado por la Corona Real, se encuentra un Cáliz y la Hostia, símbolos eucarísticos, sobre unas nubes y a su alrededor la sencilla leyenda: ‘Hermandad Sacramental de Dos-Hermanas’. Llama muchísimo la atención la presencia de una corona en este primitivo escudo, pues no tenemos constancia de que se le otorgara a esta corporación el título de ‘Real’. Por otra parte, seguía vigente en 1948.
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Hermandad de Santo Entierro
Hasta principios de la década de 1920, aproximadamente, no tuvo esta antigua hermandad un sello propio. El primer documento en el que hemos podido ver este sello de la corporación es en unos recibos de cuota de hermanos, fechados en la mencionada década. Se trata de un sello también ovalado donde únicamente figura la intitulación oficial de la cofradía en esos años y el nombre de la localidad donde radica: ‘Hermandad del Santo Entierro y Soledad de María Santísima. Dos-Hermanas’. Estuvo vigente hasta mediados del pasado siglo.
Hermandad de Oración en el Huerto
A mediados de la segunda década del siglo XX apareció este sello que vemos, cuya estética era muy del gusto de finales de la centuria anterior. Tenía forma ovalada e incluía únicamente la intitulación completa de la cofradía: ‘Hermandad de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y Nuestra Madre de los Dolores. Dos Hermanas’. No aparece la referencia a Nuestra Señora del Rosario porque recordemos que aún no se habían fusionado las hermandades del Rosario y Oración. Uno de los primeros documentos que lleva este sello es una carta fechada en 23 de marzo de 1915 enviada por José María Gómez Claro en nombre del hermano mayor, Joaquín Varo Jiménez, al alcalde Francisco Hidalgo Oliva. No sabemos a ciencia cierta si fue éste el primero en utilizarse en esta hermandad. Lo que sí es cierto es que, prácticamente, estuvo vigente (aunque con ciertas interrupciones) hasta la década de 1960, cuando fue sustituido de manera definitiva por otro de forma redonda en cuyo centro llevaba el primitivo escudo de la corporación y lo bordeaba la leyenda: ‘Hermandad de la Sagrada Oración en el Huerto. Dos Hermanas’.