Desmemoriados

0
- Publicidad -

(Lucas 17,11-19) TENER BUENA MEMORIA es una gran virtud. No me refiero ahora a la memoria fotográfica de aquel que leyendo una sola vez el libro de texto recordaba las frases exactas y hasta las fotografías que las acompañaban. Me refiero a tener buena memoria de los acontecimientos que van marcando nuestra vida. Guardar memoria de los momentos entrañables y alegres, de las dificultades y sufrimientos, de lo que nos ha costado superar los retos que nos lanzó la vida, nos hace personas.

Guardar memoria como quien guarda un tesoro, porque en todos esos acontecimientos Jesucristo nos acompañaba en el camino aunque no pudiéramos reconocerlo.

Es verdad que tenemos que purificar nuestra memoria. Solemos recordar el mal más que el bien, el daño recibido más que los favores y el amor que nos han entregado. Y así, nuestra memoria, en vez de ayudarnos a ser agradecidos, a vivir agraciados, nos hace rencorosos y amargados. Solemos recordar nuestros errores con sentimiento de vergüenza, abochornándonos de los pecados pasados, en vez de acoger esos momentos con humildad, abiertos a la conversión y a la misericordia con la que Dios nos mira. Solemos, así, recordar lo que engorda nuestro ego en vez de abrirnos a la comunión que nos ha constituido y hecho ser hijos del Padre.

- Publicidad -

Que no te traicione tu memoria. Procura pasar por el corazón (eso significa re-cordar) todo el bien que te han entregado, que te ha hecho bueno, y que tienes que hacer que llegue a los que están contigo.

El desmemoriado para lo malo vive en paz. Quien recuerda el amor no cesa de dar gracias a Dios.

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!