La Motilla C.F. afronta esta nueva temporada con la puesta en marcha de un nuevo proyecto o filosofía de club que quiere ir más allá de la mera competición, apostando por una educación en valores.
Esta es la idea que se quiere implantar desde su directiva, que encabeza el empresario Álvaro Rus Rufino, “anteponiendo los valores y las relaciones humanas a los resultados de competición”. La idea, prosigue, es seguir fomentando esa imagen de “club muy modesto pero muy afable, y familiar”.
Para ello, el objetivo es trabajar con los equipos de cantera, con la base, “empezar desde abajo para que los equipos funcionen bien”.
Entre las principales acciones que se quieren llevar a cabo es lograr una mayor implicación de las familias con el club, sobre todo, entre los equipos más adultos. La intención es “motivarlos a que vengan y sientan este club como su casa deportiva donde tienen un espacio propio y un protagonismo importante en la convivencia, educación y disfrute de sus hijos y compañeros”, apunta Álvaro.
Para ello, tendrán su propia y exclusiva camiseta nº 12 y su ficha deportiva simbólica. Además de incluir a los padres y a las madres en la foto oficial de inicio de temporada de los diferentes equipos.
Otras acciones
Entre el resto de acciones previstas en este sentido, también se plantea la Fiesta del día de los familiares al inicio de la temporada o un saque de honor, uno por cada tiempo, en los partidos que se disputen en casa. Además de organizar competiciones de penaltis y faltas para familiares para que no pierdan el gusto de darle al balón y marcar goles.
Todas estas acciones se engloban en el Decálogo de La Motilla F.C. Familia Deportiva. Una “referencia escrita, visual y permanente de las líneas básicas y objetivos de convivencia y valores de nuestro club”, asegura su presidente.
{xtypo_rounded3}290 futbolistas
juegan en el club, tanto de equipos federados como de otros programas deportivos.{/xtypo_rounded3}
Este decálogo recoge que La Motilla es un club familiar al que le gusta que los equipos se sientan como en su casa. Además, se intenta siempre que el árbitro se sienta respetado y valorado, ya que su labor es la más complicada en el partido.
En la apuesta por la familia, el decálogo recoge que La Motilla es la casa deportiva de nuestros jugadores y de sus familiares. “Nos gusta que en cada partido todos os sintáis convocados como titulares, suplentes o desde la banda, siempre formáis parte importante de este equipo”, se asegura.
Se inculca a sus jugadores el sentimiento de saber perder, afirmando que “nos encanta celebrar las victorias, pero también nos gusta aprender de las derrotas”.
El equipo sénior se retira
A pocos días del comienzo de la liga en 3ª Andaluza, el conjunto sénior de La Motilla C.F. se ha retirado de la competición, según se apunta, por no poder hacer frente a los gastos de la nueva categoría. Desde el club, según su presidente, Álvaro Rus, se asegura que funcionaban “de manera independiente” y la mayoría no era de La Motilla. Por ello, la idea es que de tener equipo sénior, algo que podría ocurrir para la próxima liga, sea con jugadores formados en su totalidad en la cantera del club y sus valores.
Mientras que sobre las malas formas en el terreno de juego, el decálogo apunta que “en nuestro botiquín llevamos siempre un repelente contra los insultos, ya que perjudica seriamente la deportividad, la educación y el respeto”.