El equipo demostró méritos para rascar un punto y no perder por 1-2
Duro traspié para la Rociera, que pierde una posición (cae a la séptima) tras sucumbir por 1-2 ante el Antoniano, segundo clasificado de su grupo de 1ª Andaluza. Ciertamente no merecieron perder los nazarenos, sobre todo por el buen papel desempeñado durante la primera mitad.
El primer tramo de partido se caracterizó por la lucha por el centro del campo que protagonizaron los dos rivales en liza, consiguiendo los lebrijanos abrir la veda y plantear la primera ocasión de peligro. Gracias al buen hacer de Rivas el fuerte disparo del delantero centro Pepelu quedó en nada. Las llegadas de los locales no cesaron, pero la suerte durante este primer periodo estuvo del lado de los auriazules.
Primero Sol estuvo a punto de sorprender al meta Luisma, pero fue finalmente Miguelito el que introdujo de un soberbio testarazo el córner lanzado por David Antón.
Con este gol la Rociera consumó los que posiblemente fueron sus mejores minutos en todo el partido. Tras el descanso la situación cambiaría bastante.
Ciertamente el conjunto que dirige Manuel Lozano saltó al terreno de juego un poco dormido tras el descanso. Esta situación facilitó la llegada del Antoniano a la portería de Rivas. Así, en el minuto 47 el extremo Cristori consiguió igualar la contienda. Quedaba por tanto todo por disputar de nuevo.
En el minuto 71 el colegiado decretó la expulsión del autor del gol del cuadro lebrijano, una situación que beneficiaba claramente a los nazarenos, aunque éstos no consiguieron aprovechar la oportunidad que el árbitro les ‘regaló’ sin pretenderlo.
La Rociera contó con alguna otra ocasión de anotar gol, sobre todo en las botas de Barros, aunque al final las pretensiones cayeron en saco roto. El Antoniano, por su parte, prosiguió intentándolo pese a tener uno menos. Y así se llegó al minuto 89. Casi en el descuento de este disputado encuentro Paquito consiguió romper las cadenas del empate y darle la victoria a su equipo, dejando a la Rociera sin premio ninguno.
Tanto el equipo como la afición quedaron con muy mal sabor de boca tras este gol que anuló todas las pretensiones rocieras. Ahora sólo queda enmendar lo vivido en casa este próximo fin de semana en el feudo del Nervión.