Cuando aún falta mes y medio para que finalice el año 2015, la siniestra cuenta de mujeres muertas, suma 43.
Cada mes, hacemos balance en esta concentración, y cada noticia de una nueva mujer asesinada, hace eco de la deficiencia de nuestra sociedad.
Mujeres y hombres que queremos erradicar la violencia de género, mujeres y hombres que queremos alcanzar la igualdad, no nos dejemos conformar con las políticas de igualdad, mientras en las políticas generales sigue existiendo discriminación de género.
Debemos considerar la desigualdad en cualquier ámbito, como elemento que nos hace vulnerables y víctimas.
La realidad demuestra que mujeres y hombres no tenemos las mismas oportunidades, y esto deriva en una situación discriminatoria para las mujeres, que se está incrementando con la actual gestión de la crisis. La empleabilidad de las mujeres ha empeorado sustancialmente, debido a los recortes en sanidad, educación, dependencia y demás ayudas públicas. Eran esos servicios los que mayoritariamente nos reinsertaban en el mercado laboral, son sectores en los que las mujeres trabajábamos. Las mujeres somos las protagonistas de la precariedad laboral. Ocupamos en gran número las modalidades de contratación temporal, la jornada a tiempo parcial y, la brecha salarial. Sufrimos la infra representación en puestos de responsabilidad.
Esta situación de desigualdad de las mujeres en el mercado laboral, va más allá de la precariedad en el empleo, pues al tener las cotizaciones más bajas, también tenemos menor acceso a las prestaciones sociales como desempleo o jubilación. Provocado todo, por aquellas reformas laborales que nos convirtieron en el colectivo más vulnerable, en las victimas más víctimas de la más desfavorecida clase obrera.
Instamos:
– A las autoridades pertinentes a la prevención de acciones que atenten contra el derecho a la igualdad de oportunidades.
– A aplicar la perspectiva de género para garantizar la plena igualdad de acceso, participación y representación de las
mujeres, de cualquier edad o condición, en todos los ámbitos y a todos los niveles.
– A introducir el principio de igualdad de oportunidades, en la gestión dentro de la corporativa de todas aquellas instituciones o entidades.
– A facilitar el acceso y promoción de las mujeres, favoreciendo su incorporación al mercado laboral, y posibilitando la conciliación de su formación académica, desarrollo personal y profesional.
– A fomentar estrategias coeducativas en el ámbito escolar, así como la participación y la práctica que faciliten la incorporación de chicas y de chicos a todo tipo de actividades como hábito permanente.
– A asegurar la formación con perspectiva de género para profesionales de la docencia, de acuerdo con las exigencias que establece la normativa legal vigente para los diferentes niveles, universitario, formación profesional, enseñanzas técnicas y cursos de formación permanente.
– Instamos a los medios de comunicación, a reflejar una imagen positiva de las mujeres, diversificada, exenta de estereotipos de género y como modelos de éxito personal, profesional y social.
– Instamos a los organismos competentes a que realicen estudios minuciosos sobre las medidas reales que se toman para eliminar la discriminación por razón de sexo, y la violencia de género; así mismo estudios sobre el impacto real de estas medidas.
Queremos implicar a todas las personas, organismos, instituciones o entidades públicas y privadas relacionadas directa o indirectamente, con la causa que aquí mensualmente manifestamos.
2015 es año de elecciones, y por ello de responsabilidades. Son nuestras manos las que introducen nuestro futuro en las urnas. No nos dejemos embaucar por discursos electoralistas, de líderes que nos hagan caminar en sentido contrario a la igualdad de derechos.
Asumamos que el voto es el responsable del curso que tomen nuestros derechos, y que son las desigualdades el caldo de cultivo de la violencia de género.
¡Somos, nuestro, futuro!