Ramón Nocedal fue recibido por los muchos nazarenos que ven en los carlistas la solución a la política española
De brillantísimo puede calificarse el recibimiento que Dos Hermanas brindó ayer (19 de Abril) a Ramón Nocedal, dentro de su visita a Sevilla. Procedente de El Puerto de Santa María, el jefe de los integristas españoles hizo parada primero en Utrera (donde se le unieron numerosos correligionarios) y después en nuestra estación, donde la masa ocupó los andenes y se apiñó el público de tal manera que impedía el tránsito de viajeros.
Tan pronto como Nocedal se asomó a la ventanilla del vagón, se oyeron ruidosos vivas. La junta tradicionalista de Dos Hermanas, compuesta por distinguidas personalidades (véase texto adjunto) y acompañada de varios eclesiásticos y de una comisión de sevillanos (entre ellos el señor Alpériz) fue la primera en saludar al líder de la causa católica. Después, al volverse a saludar afectuosamente al pueblo, cien manos se extendieron para estrechar la suya; todas las cabezas se descubrieron y una señorita le presentó un precioso ramo de flores naturales. La banda de música batía sus mejores marchas.
Ramón Nocedal, en quien muchos ponen todas sus esperanzas políticas ante el avance de los liberales, estará mañana en la feria de Sevilla y ofrecerá un “meeting” multitudinario.
Acta de adhesión del Partido Católico de Dos Hermanas
(Extracto de la copia del acta celebrada hace un año y que daba por formado el Partido Católico de Dos Hermanas)
“En la villa de Dos Hermanas (…) reunidos los católicos integristas de la localidad en el domicilio de D. Francisco Aguilar Carrasco, expuso D. Antonio de Castro que (…) estimaba llegado el momento de que los integristas de esta localidad dieran señales de vida testimoniando a la Junta directiva del partido, con la inmediata formación de una junta local, el alto aprecio que nos inspiran sus determinaciones y acuerdos.
Estas declaraciones fueron recibidas por todos los concurrentes con las muestras más vivas de aprobación.
Acto seguido hizo uso de la palabra el Sr. Vacas, manifestando, con frases caldeadas por el ardimento de sus profundas convicciones católicas, la obligación apremiante e ineludible en que nos encontramos los católicos, de dar decididamente la cara por Cristo y por su Iglesia, entrando a luchar denodadamente contras sus enemigos (…) hasta dar, si fuese necesario, la propia vida, a la mayor gloria de Dios y para el bien y la salud de la patria.
El Sr. Arahal hizo con mucho acierto y con frase ocurrente el cómputo de nuestras fuerzas, que parangonadas con las de otros partidos, resultan las mayores en número y las más seguras y decididas por sus convicciones y su entusiasmo.
Inmediatamente se procedió al nombramiento de la Junta, la cual quedó constituida en la forma siguiente:
Presidente: D. Antonio de Castro Gades.
Vicepresidente: D. Antonio de Vacas González.
Secretario: D. Francisco Aguilar Carrasco.
Vocales: D. José Pérez Macías, D. Juan Arahal García, D. Manuel Vega Bobis, D. Juan López Varela, D. Francisco Salguero García y D. Antonio Reina Ramos.
Se acordó, por último, escribir una carta de adhesión a nuestro ilustre jefe don Ramón Nocedal, acompañándole una copia de esta acta; y después de rezar la oración dominical pidiendo a Dios la bendición de nuestros trabajos para que sean fecundos en resultados prácticos, se levantó la sesión que certifico. El secretario.
Dos Hermanas, 5 de Abril de 1898.