Ya suenan cohetes y palmas,
ya suenan cascos de caballos,
cantan las niñas a coro,
¡cómo cantan las niñas!
y todas con el mismo tono.
La brisa trae aroma de nardos y azahares,
allí donde el bullicio asoma para saludarles
¿a quién? saltó un peregrino,
a quién va a ser, a mi Virgen de Valme.
Ya cuando en Cuarto la arropan,
la gente se acerca para rezarle,
otros se acercan para festejarle
y clamar al cielo, a mi Virgen de Valme.
Que Valme solo hay una
y como ella ninguna,
que no la comparen por nadie,
por quién va a ser, por mi Virgen de Valme.