Zapatero vuelve a darse un baño de multitudes ante 32.000 personas en su mitin más numeroso en Dos Hermanas
Dicen que a la tercera va la vencida y en el caso de José Luis Rodríguez Zapatero se cumple el dicho. En su tercera visita oficial a Dos Hermanas, el presidente del gobierno ha logrado congregar al mayor número de militantes y simpatizantes en relación con los actos precedentes. En total, según los datos aportados por la organización, el mitin-fiesta con motivo de la campaña del referéndum del Estatuto de Autonomía concentró a 32.000 personas, la mayoría llegadas en los 450 autobuses procedentes de todos los puntos de España.
El primero en tomar la palabra fue el regidor nazareno, Francisco Toscano, quien hizo un paralelismo entre los dos actos más importantes vividos por Andalucía en relación con su autonomía, la aprobación del primer Estatuto, hace 27 años, “cuando los andaluces protagonizamos un acto de rebeldía para no crear comunidades de primera y segunda categoría, poniendo en marcha un estatuto y consolidando el estado de autonomía”. Ahora, prosiguió, “volvemos a votar un nuevo estatuto, más importante, porque ofrece más competencias y, sobre todo, más servicios sociales; hecho desde la participación, la solidaridad y la generosidad del pueblo andaluz”. Toscano concluyó su discurso alabando a “Manolo y José Luis por tener detrás de vosotros un gran partido y al pueblo andaluz empujando”.
l alcalde le sucedieron en el atril otro alcalde, en esta ocasión del municipio de Marmolejo, para contar su experiencia en la votación del primer Estatuto, y una joven militante, Vanesa Lozano, quien por primera vez, a sus 18 años, “tiene la suerte de contribuir a hacer esta tierra más fuerte y mejorar la calidad de vida de los andaluces. Por ello pido a los jóvenes que gritemos con fuerza un sí al nuevo estatuto”. También intervinieron la secretaria regional del PSOE y dos artífices del primer texto estatutario, Rafael Escudero y José Rodríguez de la Borbolla, quienes dieron paso al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.
Chaves quiso iniciar su discurso resaltando la importancia del nuevo Estatuto, leyendo uno de sus artículos, el 37, apara afirmar “que por primera vez en un texto de estas características se apuesta por el lenguaje de signos para acabar con la desigualdad existente entre las personas con alguna discapacidad” Para el presidente de la Junta, “por este y otros motivos, el PSOE debe volver a liderar un nuevo momento político de gran importancia para que los ciudadanos den un gran sí al nuevo Estatuto de Autonomía, ya que si no tenemos la responsabilidad de apoyarlo de nada sirve que haya sido aprobado sin ningún voto en contra en el Congreso de los Diputados y el Senado”.
Después de 27 años desde la aprobación del primer texto estatutario para el presidente del Gobierno andaluz, los hitos más importantes han sido “nuestra autonomía y el autogobierno, además de cambiar el curso de la historia, pasando de la era de la pobreza, el subdesarrollo, el analfabetismo y la emigración, a una nueva era, tras accionar la palanca de la modernidad”. Asimismo, según Chaves, “llevamos 14 años de crecimiento económico por encima de la media española y europea, con una duplicación de la riqueza de 144.000 millones de euros, con la creación de 400.000 nuevos puestos de trabajo y, por lo tanto, una reducción de la tasa del desempleo del 32 al 12 por ciento, la creación de 2.000 kilómetros de autovías, la contratación de 1.160.000 mujeres, la matriculación de 250.000 universitarios, de cuyos 35.000 graduados, 21.000 son mujeres”. Sin embargo, Chaves no ha olvidado los lastres o problemas de Andalucía, entre los que despuntan: “una oposición estéril y poco constructiva, la calidad en el empleo, el reto de lograr que los estudiantes aprendan idiomas y nuevas tecnologías, afrontar el cambio climático y lograr un desarrollo sostenible”.
Chaves terminó su intervención, animando a los andaluces a votar, “ya que no elegís un candidato a alcalde o presidente, ni apoyáis las siglas de un partido. Estáis votando a favor de Andalucía, de vuestros hijos y de vuestros nietos”.
Las palabras del presidente
José Luis Rodríguez Zapatero no quiso iniciar su discurso sin dedicar unas emotivas palabras a Alfonso Perales, “socialista más, que sabía esperar y aguantar, que supo hacer partido en Andalucía” y que falleció hace unos meses. El presidente comenzó alabando a los andaluces, al ser “una de las tierras peor tratadas, pero que tiene el mejor pueblo, el más solidario, libre y digno, que nadie mejor que él sabe que hay un antes y un después en Andalucía a raíz de la autonomía, avanzando en educación, justicia social, y con posibilidades de futuro, que ha creado unos ciudadanos libres y con igualdad de derechos”. Asimismo, prosiguió, “Andalucía es la comunidad más grande, la más fuerte y la única que garantiza el equilibrio y la unidad del país”.
Para el presidente, “el nuevo Estatuto aporta cambios importantes en materia de educación y políticas para la mujer, por lo que animo a los andaluces a que el próximo domingo digan en las urnas lo que quieren para el futuro: más derechos, más cohesión social, innovación, que no se vean las injusticias, el analfabetismo y el olvido”. Es un gran futuro, añadió Zapatero,”por lo que el gobierno de la Nación os acompaña como lo hemos hecho desde nuestra llegada al gobierno, con el pago de 2.500 millones de euros de la deuda histórica, la inversión de más de 3.000 millones, en relación con el gobierno popular, para infraestructuras, con el fin de que todas las capitales de provincia estén comunicadas en un futuro por la alta velocidad, así como para el desarrollo de otros ejes transversales de comunicación en Andalucía”.
Las últimas palabras del presidente fueron para apostar por una política de futuro con la que “España siga creciendo económicamente, incrementándose las pensiones, el salario mínimo interprofesional, logrando la igualdad de hombres y mujeres; a través de un partido de futuro, positivo y optimista, que busque el progreso y la igualdad sin mirar atrás y sin insultos…Los insultos para otros”.
Cronometrados
Para evitar que los dirigentes políticos se alargaran mucho en el tiempo, sobre todo los que precedieron a los dos presidentes, la organización había instalado un dispositivo luminoso frente al atril a modo de semáforo en el que la luz roja indicaba que el discurso debía concluir. Para los que no se percataban de ello, otra señal, en este caso acústica, el himno del partido, ponía fin a su intervención.
