MICHAEL CLAYTON
Estamos acostumbrados a ver muchos prejuicios en el caso de numerosas bellas actrices, como Angelina Jolie, aunque hay ocasiones en que dichas ideas previas tienen una base más que sólida (no daremos nombres en este caso para no crearnos enemigas). Me refiero a que se suele pensar que no son más que una cara bonita y un cuerpo espectacular, sin considerar si su trabajo como intérprete es bueno o no, y creyendo a pies juntillas que han llegado a donde han llegado por su físico. Y aunque, como decíamos, en ocasiones ésto es así, hay otros muchos casos en los que el físico ha sido más una traba que una ayuda a la hora de que se le reconozca el trabajo a más de una actriz.
Estados Unidos, 2007 (120')
Título original: Michael Clayton.
Escrita y dirigida por: Tony Gilroy.
Producción: Sydney Pollack, Jennifer Fox, Steven Samuels, Kerry Orent.
Fotografía: Robert Elswitt.
Música: James Newton Howard.
Montaje: John Gilroy.
Intérpretes: George Clooney (Michael Clayton), Tom Wilkinson (Arthur Edens), Tilda Swinton (Karen Crowder), Sydney Pollack (Marty Bach), Austin Williams (Henry Clayton), Merritt Wever (Anna), Michael O'Keefe (Barry Grisson), David Lansbury (Timmy Clayton), Jennifer van Dyck (Ivy), Frank Wood (Gerald), Rachel Black (Maude), Pamela Gray(Cindy Bach).
Pero no son ellas las únicas en sufrir los prejuicios de muchos. El marido de la Jolie, por ejemplo, es un ejemplo de gran actor al que le está costando que se le reconozca su labor. Y sobre todo, el que más lo sufre es George Clooney del que continuamente se alaba su físico, olvidando e ignorando su enorme talento como actor, director y productor.
Michael Clayton es un abogado que se dedica a solucionar los problemas de los demás, a ocultar y tapar los chanchullos y marrones de otros, en el bufete Kenner, Bach & Ledeen, una de las más prestigiosas firmas de Nueva York. Mientras tanto, su vida no está precisamente todo lo bien que quisiera. Quemado de un trabajo que no le agrada en demasía, divorciado y con un hijo al que apenas puede ver, y acuciado por las deudas generadas por el fracaso de un restaurante que montó tiempo atrás, Michael recibe el encargo de poner orden en un grave altercado protagonizado por su gran amigo y respetado abogado Arthur Edens. Así, se verá metido de lleno en un peliaguda caso que lo unirá a la firma agroquímica U/North, representada por la ambiciosa Karen Crowder.
Michael Clayton va de menos a más. La cinta tiene una trama complicada, demasiado enrevesada, sobre todo en la primera parte, donde el ritmo es algo más lento y la historia es ciertamente confusa. Pero a medida que avanza el metraje, y el argumento va aclarandose para el espectador, a la vez que la trama legal se va complicando, y el protagonista se va metiendo más y más en un mundo peligroso, la historia gana mucho.
La película forma parte de ese grupo de historias que muestran la lucha de los menos favorecidos contra el poder, contra las grandes multinacionales, para denunciar el poder absoluto de estas macroempresas en la sociedad actual, en la que impera el capitalismo más despiadado por encima de las personas como individuos.
Gilroy (guionista de las tres entregas de la saga Bourne) debuta en la dirección con esta cinta, que va de menos a más, manteniendo un buen ritmo, vistos ya en las tres cintas señaladas, y con una sólida realización impropia de un novato. Aunque el enrevesado comienzo, prácticamente incomprensible hasta los 40 minutos de metraje, hace que el resultado final no sea redondo del todo.