Gracias a la ayuda de los vecinos, el espectacular fuego pudo contenerse en una hora
Un espectacular incendio vino a perturbar la paz de la hora del almuerzo del pasado domingo, 3 de mayo, cuando a las tres de la tarde se detectaron las primeras llamas que salían del interior de un almacén de comestibles situado en la céntrica calle Santa María Magdalena.
El incendio, que tomó rápidamente grandes proporciones, fue sofocado en menos de una hora gracias a la ayuda de los vecinos, que se emplearon con ahínco con cubos y mangueras de agua. Frente al lugar del siniestro se congregaron decenas de curiosos, que fueron contenidos por fuerzas de la Guardia Civil para que no perturbaran las labores de extinción.
El almacén, propiedad de José Río, ha sufrido graves desperfectos que todavía no han sido valorados por su dueño, pero que serán cubiertos en su totalidad por una importante compañía aseguradora.
Estaba alquilado al conocido industrial nazareno Francisco Alonso, que igualmente ha sufrido considerables pérdidas en su negocio.