EL CORAZÓN DE LA TIERRA
El onubense Antonio Cuadri se lanza al cine internacional, tras varios filmes de relativo éxito en nuestro país (La gran vida, Eres mi héroe y La buena voz, sin mencionar sus trabajos en televisión), adaptando libremente la novela de Juan Cobos Wilkins, sobre un tema que el director ya trató hace tres años con el documental Riotinto: El latido de la tierra. El reparto cuenta con nombre de intérpretes reconocidos como la colombiana Catalina Sandino Moreno (nominada al Oscar por María llena eres de gracia), los británicos Bernard Hill (Ricardo III, Titanic, El Señor de los Anillos…) o Sienna Guillory (La máquina del tiempo, Love actually, Eragon…), el cubano Jorge Perugorría, el portugues Joaquim de Almeida o los españoles Fernando Ramallo, Ana Fernández y Juan Fernández (ambos premiados por Solas).
España-Reino Unido-Portugal, 2007.
Director: Antonio Cuadri.
Producción: Antonio Cuadri y Juan Carlos Orihuela.
Guión: Antonio Cuadri, Shelley Miller, Doc Comparato, inspirado en la novela homónima de Juan Cobos Wilkins.
Fotografía: Javier G. Salmones.
Música: Fernando Ortí.
Montaje: Mercedes Cantero.
Duración: 100 minutos.
Intérpretes: Catalina Sandino Moreno (Blanca Bosco), Sienna Guillory (Kathleen), Philip Winchester (Robert Coyle), Bernard Hill (Mr. Crown), Joaquim de Almeida (Baxter), Jorge Perugorría (Alcalde), Ana Fernández (Mercedes), Fernando Ramallo (Carlos), Juan Fernández (Nazario), Elvira de Armiñán (Blanca, niña), Natalia Quesnel (Kathleen, niña).
A finales del siglo XIX, la mayor empresa del país era la británica que explotaba las minas y los habitantes de Riotinto que en ella trabajaban. Las condiciones de trabajo, utilizando las prohibidas teleras, hacían que todos cayeran enfermos con asiduidad, y no sólo los trabajadores, sino también mujeres, niños y ancianos de alrededores. Hasta que un día llega al pueblo Maximiliano, un extranjero que se percata de la situación y convence a los campesinos y mineros de la zona para protestar pacíficamente y declarar la huelga hasta que la situación se arregle. Pero las autoridades abren fuego contra los manifestantes, matando a muchos de ellos.
Cuadri utiliza este hecho histórico, que fue silenciado durante décadas, y que es la trama principal del libro en que se inspira, para centrarse en la historia de dos mujeres, niñas en el momento de la represión a disparos, de los que fueron testigo, de clases opuestas pero amigas inseparables, y llevar la historia quince años más adelante en el tiempo, cuando ambas luchan, cada una a su manera, por arreglar la situación.
Aunque el resultado final no es malo, la primera mitad de la cinta se presenta de modo muy atropellado, con un ritmo muy rápido en el que los hechos se suceden sin explicación alguna, de modo muy impetuosamente, y la mayoría de ellos no parecen tener sentido (como la relación que se establece, de un plano a otro, entre el revolucionario Maximiliano y Mercedes, la madre de la pequeña Blanca).
En la segunda parte del metraje, se presta más atención a la historia romántica que protagonizan las dos protagonistas (no entre ellas, ojo), con la llegada al pueblo de un nuevo director para la compañía minera y el joven ayudante de éste, buscando quizás un mayor espectro de público, sin olvidar el aspecto histórico, que, por otra parte, a ese público que se intenta ganar, no le va a interesar mucho, y que, seguramente, lo tomará como pura y dura ficción.
Lo mejor de la cinta, sin duda, son esos majestuosos planos aéreos de las minas, decorado único en el mundo, que Cuadri maneja con soltura, como si llevara haciéndolo toda la vida, en vez de las películas más cercanas, más centradas en los sentimientos que en los grandes aparatajes audiovisuales.