Una numerosa comitiva fúnebre desfiló ayer por las calles de Dos Hermanas para despedir al joven abogado Federico Carazo, de 25 años. Tras licenciarse en Derecho en 1931, marchó a Madrid, de donde volvió enfermo de tal gravedad que falleció a los dos meses. No pudo tomar posesión del cargo de juez municipal de Dos Hermanas, para el que había sido designado.