Tras esta visita, continuaron su recorrido por las chozas del Garaje y Cerro Blanco, donde viven las familias más humildes
Ya se ha convertido en una tradición la visita de los Reyes Magos al Preventorio de Santa Teresa de Jesús, donde unos 50 niños (hijos de tuberculosos) están al cuidado de las monjas de la Caridad. Los niños esperaron a Sus Majestades en uno de los salones del palacio de Alpériz, donde Melchor, Gaspar y Baltasar fueron recibidos al son de villancicos y adoraron el nacimiento. Acompañados de un importante séquito de pajes, repartieron muchos regalos ante la mirada atónita de los más pequeños. En palabras del propio Melchor (encarnado este año por Casimiro Rivas), al tomar entre sus brazos a alguno de ellos percibió “el mismo temblor de un pajarillo recién capturado”.
A continuación los Reyes continuaron su recorrido por las chozas de la Vereda del Garaje y Cerro Blanco, donde viven las familias más humildes. En su apretada agenda no faltó la visita a las guarderías del pueblo, en calle Botica y Barrio de San José.
Una cabalgata con “Estrella”
Aunque la primera vez que los niños de Dos Hermanas vieron a los Reyes Magos fue en 1953 (entonces salieron a caballo, y en 1957 aparecieron las primeras carrozas), el verdadero impulso a esta bella tradición se lo ha dado la juventud de la Hermandad de la Estrella, que en 1963 saca a la calle la primera gran cabalgata, formada por cinco carrozas. Desde entonces, esta Hermandad, con alguna ayuda municipal y la colaboración desinteresada de muchos nazarenos, lleva cinco años superándose. Uno de los colaboradores de la ornamentación está siendo Arias, que hace dos años (1966) montó una carroza con un belén viviente. Este año (1968) la gran novedad ha sido el estreno de la Banda de Música de la Estrella, dirigida por José María Varela.
