Si la embajada o el consulado es el primer sitio sueco al que los nórdicos suecos van cuando están en el extranjero, IKEA definitivamente es el segundo lugar que pisan. Y es que esta empresa multinacional no tiene desperdicio. Desde productos nacionales de consumo, pasando por todo tipo de muebles (que al fin y al cabo es el negocio de IKEA), hasta llegar al restaurante que sirve los más típicos platos suecos. O sea que con las galletas de gengibre en la mano y sentado en una mesa de madera de IKEA, el sentimiento es casi como estar en el salón de una casa de Suecia.
Es exagerar un poco, por supuesto, pero la idea es dejar traslucir el simbolismo nacional y la fuerza que IKEA tiene. Empresa sueca número uno por excelencia en cuanto a ganancias, es la mayor empresa de muebles a nivel internacional. Su fundador, Ingvar Kamprad, es la cuarta persona más rica del planeta según la revista financiera Forbes.
La palabra IKEA está formada por las iniciales de Ingvar Kamprad (I.K.), seguida de la primera letra de Elmtaryd y Agunnaryd (E.A.), que son la granja y la aldea donde creció respectivamente.
Este campesino emprendedor empezó su negocio de muebles en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial (de hecho, se le ha acusado de ser partidario de la ideología nazi). Sus primeros pasos los dio vendiendo artículos de hogar a precios accesibles, con lo que obtuvo buenas ventas que le permitieron así ampliar su negocio y abarcar la venta de muebles.
IKEA fue teniendo tanto éxito que sus competidores intentaron boicotear a la creciente empresa. Y es que las claves del crecimiento de IKEA han sido entre otros la venta de muebles por catálogo y ofrecer mobiliario funcional a precios baratos. IKEA introdujo el concepto revolucionario de ofrecer muebles armables, con lo cual se reducían los costes de montaje de las distintas piezas, del transporte, del almacenaje y del personal a la vez. Y así hasta nuestros días en los que IKEA sigue renovándose.
IKEA conserva además sus orígenes nórdicos al bautizar todos los distintos muebles y objetos con nombres escandinavos como islas suecas, nombres de mujeres o lugares noruegos.
Este mítico empresario del diseño contemporáneo tiene fama de ser muy sencillo y hasta tacaño, porque con todo el dineral que tiene acumulado sigue utilizando el transporte público. ¿Puede considerarse esto llevar a extremos la tan afamada igualdad escandinava?