TROPIC THUNDER: UNA GUERRA MUY PERRA
Es una lástima que la comedia americana no tenga más cintas como esta. Lo normal es que nos lleguen películas descerebradas, con escasa o nula calidad, muchas de ellas parte de una serie (tipo American Pie, Scary Movie y otras por el estilo) y otras tantas que, sin llegar a tales extremos, son simplemente divertimentos para pasar un rato, y fácilmente olvidables a los pocos minutos de dejar la sala.
Estados Unidos, 2008 (106')
Título original: Tropic Thunder.
Director: Ben Stiller.
Producción: Ben Stiller y Justin Theroux.
Guión: Justin Theroux, Ben Stiller y Etan Cohen.
Fotografía: John Toll.
Música: Theordore Shapiro.
Montaje: Greg Hayden.
Intérpretes: Ben Stiller (Tugg Speedman), Robert Downey Jr. (Kirk Lazarus), Jack Black (Jeff Portnoy), Brandon T. Jackson (Alpa Chino), Nick Nolte (Four Leaf Tayback), Steve Coogan (Damien Cockburn), Matthew McConaughey (Rick Peck), Tom Cruise (Les Grossman), Jay Baruchel (Kevin Sandunsky), Danny McBride (Cody) y Bill Haden (Rob Slolom).
Afortunadamente, de vez en cuando nos sorprendemos con algunos filmes como Superstar (que protagonizaba una desatada Molly Shannon hace ya cinco años), Quemar después de leer (lo próximo de los Coen, que promete y mucho) o, sin ir más lejos, Zoolander, la primera gran película de Ben Stiller como director antes de esta fantástica, muy gamberra y terriblemente crítica Tropic Thunder.
Un cruel e insensible productor ha contratado a un artístico director europeo para rodar la película bélica más cara de la historia: Tropic Thunder. El problema es que el realizador no es capaz de controlar a los actores (y sus egos): el ex-héroe de cintas de acción Tugg Speedman, ahora caído en desgracia; la estrella del cine de pedos Jeff Portnoy, marginado por las drogas; un popular rapero con canciones explícitamente sexuales, Alpa Chino; y Kirk Lazarus, un popular actor australiano, capaz de operarse y cambiar la pigmentación de su piel para ser más convincente en su papel. El director decide entonces inundar la selva en la que ruedan de minicámaras escondidas y explosivos controlados por técnicos de efectos especiales, y soltar allí a sus actores en solitario. El problema llegará cuando un grupo de peligrosos mercenarios narcotraficantes decida eliminarlos y ellos crean que siguen en la película.
Stiller no deja títere con cabeza en esta sátira no tanto de las películas bélicas como del mundillo de Hollywood. Desde los actores ególatras, a los tiránicos productores (ojo a un fantástico y difícil de reconocer en un primer momento, Tom Cruise), pasando por los directores-títeres e incluso llegando a los miembros de la Academia y sus métodos para conceder premios.
La cinta comienza con tres trailers falsos, que son parte de la misma película, y que sirven para presentar a los “actores” protagonistas de Tropic Thunder (la falsa, es decir a Speedman, Lazarus y Portnoy), donde ya se ven detalles y gags de altísimo nivel (como el que da a conocer a Speedman o esa frase genial: “el cinco veces ganador del Oscar de la Academia, Kirk Lazarus, y el ganador del Premio MTV al mejor beso, Tobey Maguire…”).
La cinta está repleta de situaciones desternillantes, momentos en los que Stiller se chotea sin el menor miramiento de cintas como Apocalypse now o Patton (dentro del cine bélico) y de Yo soy Sam o Brockeback Mountain (si hablamos de otros géneros), así como diálogos brillantes, con un Downey Jr y (sobre todo) un Cruise (grandioso el baile con el que se cierra la cinta, ya en los créditos finales), en estado de gracia. Pero, para este que les habla, lo mejor del Stiller director sigue siendo Zoolander, una película que ha “envejecido” (aunque tampoco ha pasado tanto tiempo) muy, pero que muy bien, y que sigue siendo una de las cimas de la comedia americana.