La prueba de Psicólogo Interno Residente (PIR) de este 2022 cuenta con presencia nazarena entre los cien primeros. Un nazareno, Antonio Asencio Cintas, se ha posicionado como cuarto de España, mientras que Macarena González Álvarez y Lucía Sanguino Osuna, se sitúan en el puesto 36 y 100, respectivamente.
Lo han conseguido entre las 4.329 personas que se han presentado en toda España. Todas ellas, explica Macarena, “psicólogos muy preparados y con un nivel muy alto, que tienen un dominio absoluto de la materia”. Además de que la prueba, añade Antonio, “tiene un temario abierto y te pueden preguntar de cualquier cosa relacionada con textos psicológicos”.
Una prueba muy compleja a la que los tres llevan enfrentándose en los últimos cuatro años, ya que “los que lo consiguen a la primera son personas excepcionales y nosotros somos trabajadores que no nos hemos rendido”. Todo un logro, prosiguen, “ya que el nivel de abandono es muy alto”.
Además, han querido resaltar lo inusual de que “Dos Hermanas cuente con tres psicólogos que hayan logrado una de las 204 plazas ofertadas, con un nazareno cuarto de España, cuando hay provincias de renombre en España que no han logrado ninguno”.
Ahora, están a la espera de la asignación de plazas, algo que será una realidad a final de abril, para incorporarse como residentes en hospitales a finales de mayo. Por delante, cuatro años de formación para tener el título de facultativo especialista de su área y entrar en una bolsa de trabajo en Andalucía.
Todos coinciden en que “lo peor ya está superado” y no creen que sea un problema el conseguir un puesto en algún hospital”. Aunque Lucía quiere reivindicar “más plazas PIR y más contrataciones a psicólogos clínicos, ya que en España hay un ratio de 6 psicólogos por cada 100.000 personas, cifra insuficiente”.
Dedicación absoluta al PIR
Para superar una prueba de esta índole, la dedicación de Antonio, Macarena y Lucía ha sido absoluta. El cuarto de España explica que, en su caso, “son ocho horas de estudio al día, de lunes a viernes, para el sábado dedicarlo a ir a clase, por la mañana, y por la tarde hacer simulacros de exámenes”.