No, señoras y señores, aunque el titular parezca sugerente les aseguro que nos resulta, a mí y a mi familia, una verdadera pesadilla.
Nosotros pasamos nuestros veranos en la barriada de Echaguy y todos los sábados y domingos nos despierta la misma musiquita. Y es el señor de turno montado en su paramotor haciendo un ruido espantoso y cotilleando todo lo que puede.
Yo respeto los hobbies de todo el mundo y la práctica del paramotor me parece divertida pero les ruego a sus usuarios que se vayan a sobrevolar zonas aisladas y que disfruten del paisaje y nos dejen a los demás disfrutar de nuestro descanso e intimidad. Creo que es justo para todos.