1923. El carnaval culmina con un festival taurino a beneficio de la Hermandad de Vera-Cruz

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El carnaval culmina con un festival taurino a beneficio de la Hermandad de Vera-Cruz en 1923

Ramito, Macandro y Moyanito mataron tres novillos; cinco bellas señoritas de mantilla ocuparon la presidencia

Ha reinado gran expectación toda la semana de Carnaval por el festival benéfico taurino que, suspendido la semana pasada por la lluvia, tuvo lugar por fin el Domingo de Piñata, y que resultó todo un éxito de público. La recaudación, como se anunció, ha ido a parar a la Hermandad de la Vera-Cruz .

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No sólo resultaba atractivo el cartel, formado por los aficionados locales Ramito, Macandro y el novillero sevillano José Moyano (que sustituyó en el programa a una cuadrilla cómica, anunciada en un principio); además, se fue calentando el ambiente en los días previos con la exposición, en los escaparates del señor Fernández, de los capotes de lidia, las banderillas de lujo (regalo de la comisión organizadora) y las preciosas cintas donadas por distinguidas señoritas del pueblo, como Dolores Díaz, Concha y Carmen Plaza, Rosa Pastor, Encarnación Molina, Dolores Rubio, Estrella y Nieves Ferrera, las hermanas Doval, Amparo Terrero, Trini y Carmen Peral, Maria Pepa Reigada, Consuelo León, Amalia Rubio y muchas otras. El carnaval culmina con un festival taurino a beneficio de la Hermandad de Vera-Cruz en 1923 

Brillante espectáculo
El ligero chubasco que cayó al hacer el paseíllo las tres cuadrillas no deslució el espectáculo, que comenzó cuando ocuparon la presidencia de la plaza, asesoradas por Antonio Gutiérrez Ballesteros, las bellísimas señoritas Mª Teresa Moreno, María Sorrentine, Araceli Gómez, Dolores Muñoz y Virtudes Moreno, luciendo  las clásicas mantillas y hermosos mantones bordados.

Con el primer novillo, cárdeno claro, Ramito ejecutó una faena de muleta valiente, intercalando varios pases de maestro, paró media estocada en las agujas, rodando el bicho sin puntilla. Aplausos y regalo de la presidencia, y de la señorita Martínez, a la que había brindado.

El segundo era negro pero menos bravo. Macandro, de grana y oro, se abrió de capa y administró al novillo cuatro verónicas y un recorte. Escuchó palmas. Buen par de banderillas de Cerrajillas y Paco Almonte. Morita rodó por el suelo. Macandro muleteó y entró admirablemente, dejó una estocada caída y descabelló a pulso al segundo intento. Aplausos y regalo del barón de Casa Ubol, al que brindó la muerte del bicho.
Moyanito, de verde y oro, sufrió un achuchón en el primer pase de pecho. Consiguió igualar al bicho, entró a matar recto y dejó un pinchazo. Pinchó de nuevo y dejó media estocada, que resultó suficiente. Aplausos y regalos.
 

El carnaval culmina con un festival taurino a beneficio de la Hermandad de Vera-Cruz en 1923

Cintas a caballo
Arrastrado el último bicho, se presentaron al ruedo varios jóvenes montando briosos caballos. En un pescante colocado a prudencial altura, fueron enrolladas las cintas que habían de ser canjeadas por otras colocadas en la barandilla de la presidencia. El joven Joaquín Varo, por alcanzar mayor número de cintas, ganó el premio donado por la comisión.
De esta manera terminó el Carnaval, que este año de 1923 ha transcurrido con menos animación que en los anteriores. Destacaron especialmente la actuación de la genial artista Carmelita Palacios y las saetas del cantaor Manuel Centeno, en el Salón Ideal.

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