El bar de Villa Pepita vuelve a estar en manos de la familia Rivas cuarenta años después

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1702El café-bar ofrece una carta de platos tradicionales y a precios populares

La historia vuelve a repetirse. 40 años después, la Peña Bética reside nuevamente en Villa Pepita y lo vuelve a hacer con el sello de la familia Rivas en su servicio de restauración. Y es que cuatro décadas después Miguel Ángel Rivas Álvarez toma el relevo a su padre, Manuel Rivas, en la gestión del café-bar Villa Pepita.

Involucrado en el mundo de la hostelería desde que tenía 15 años, cuando comenzó a trabajar a las órdenes de su padre en la Cafetería Micky, Miguel Ángel inicia su carrera empresarial en solitario con la puesta en marcha en el año 1996 de Salmedina en la calle Lamarque de Novoa. 15 años después ha sido la propia junta directiva de la peña, tras un concurso público, quien ha pedido a Miguel Ángel que se encargue de gestionar el bar en la nueva etapa que emprende este colectivo en la reformada Villa Pepita.

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1701Una nueva etapa en la que está muy presente la figura de Manuel Rivas, tanto en la decoración del bar, con numerosas fotografías de la época, así como recuperando la filosofía de trabajo de aquella época, marcada por la profesionalidad que todos recuerdan en el trabajo de su padre, así como en una selección de productos de la tierra, de calidad y a unos precios muy populares.

{xtypo_rounded_right3}8 profesionales
atienden el bar los fines de semana, cuatro entre semana.{/xtypo_rounded_right3}

Desde las 9:00 horas y hasta la madrugada, café-bar Villa Pepita abre sus puertas a todos los públicos, ofreciendo desayunos, tapeos, almuerzo, café y cena. Una cocina muy tradicional y familiar en la que vuelven a brillar en la carta los platos que hicieron famoso a su padre en aquella época, como las croquetas, el pollo frito, el mero o la ensaladilla.

1703En un enclave de lujo, marcado por la historia y la tradición, el café-bar Villa Pepita dispone de un salón social de 90 metros cuadrados, en el que merece una especial atención la barra decorada con los azulejos que lució el antiguo edificio del Ayuntamiento de Dos Hermanas, almacenados en el depósito municipal, y que han sido colocados en este nuevo enclave municipal a propuesta del propio alcalde de la ciudad, Francisco Toscano.

Las instalaciones se completan con una terraza exterior con capacidad para unos 60 veladores para las jornadas de buena meteorología. Instalaciones disponibles para las socios de la Peña Bética Nazarena y la Peña Taurina El Arrastre, con sedes en este edificio, así como para el público en general que quiera hacer de este café-bar un nuevo punto de encuentro en pleno centro de la ciudad.

{xtypo_code}El inventor del pollo frito
Miguel Ángel Rivas Álvarez afirma tajantemente que su padre, Manuel Rivas, fue el que puso de moda la tapa de pollo frito en Dos Hermanas. Todo fruto de la casualidad y la necesidad, ya que se quedó un día sin comida para atender a sus clientes y tuvo que tirar de tres pollos que tenía en su casa y freírlo. Una época memorable en la que Villa Pepita se convirtió en el epicentro de la hostelería en la ciudad, celebrando bodas y cotillones de fin de año.{/xtypo_code}

 

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